Orbit » PJM

T R E I N T A Y T R E S

Milagrosamente habían transcurrido dos semanas desde que Jimin entró en coma, sus signos vitales no eran estables y estuvo a punto de morir al menos tres veces, sin embargo, los médicos estaban haciendo un extraordinario trabajo checando su pulso, su oxigenación y su cerebro constantemente. BonHwa había sido dado de alta tres días después de ingresar al hospital, ella aún seguía en tratamiento pero nada que le impidiera seguir con su vida normal, la policía de Japón los había custodiado en un hotel de lujo, pronto algunos oficiales llegaron de Corea, entre ellos Namjoon, quien se había encargado de alertar a la policía de Tokio todo lo que estaba sucediendo, exponiendo todo la red de fraude y corrupción que se estaba manejando en la administración de Cho.

Justo lo que Jimin quería lograr.

Pronto sería llamada a declarar y no sabía si podría contener sus deseos de asesinar a JiHwan, HaNa se había dado a la fuga una vez que se enteró de que Choi había sido encarcelado, sin embargo, sus planes de venganza no habían sido concretados por completo, pues BonHwa seguía viva y ella era a la que deseaba ver muerta, no al castaño. BonHwa se dió a la tarea de colaborar con todo lo que le pidieran, le hicieron exámenes médicos y estaba aparentemente bien, no había rasgos de agresión sexual ni de tortura, solamente algunos hematomas y rasguños marcados en su piel.

—¿Vas a ir hoy a verlo?

—Todos los días lo hago – BonHwa peinaba su cabello – él me espera, no puedo dejarlo ahí.

—Bon, no hay mejoría – Namjoon suspiró – su corazón y sus pulmones trabajan gracias a los aparatos que tiene conectados, su cuerpo pide descanso.

—Me rehuso a dejarlo ir sin haber intentado un poco más – mordió su labio – aún cuando eso ampliara la condena de JiHwan.

—Quizás sea la mejor manera de...– ella le miró con molestia.

—No hay una mejor manera de nada – azotó su cepillo sobre su tocador – sé que Jimin va a recuperarse y va a salir adelante.

—Te estás aferrando a una persona que no tiene esperanza alguna de vivir.

Ella se quedó parada en su lugar, quiso contener las lágrimas pero no lo logró, Namjoon se acercó hasta donde estaba y la acunó entre sus musculosos brazos, recargando su cabeza sobre su pecho.

—No quiero perderlo...– musitó en voz baja – no quiero.

—Él necesita descansar, Bon – Namjoon acarició su cabello – es justo después de tanto sufrimiento.

—Déjame intentarlo un poco más – ella le miró suplicante – dame tres días más y si él no reacciona.

—Lo desconectaremos – acompletó él al ver que BonHwa no pudo hacerlo – ahora ve, él te espera.