V E I N T I T R E S

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—¡Deja de llorar, maldita sea! – el imponente hombre miró al chico – ¡Eres un detective, carajo!

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—¡Deja de llorar, maldita sea! – el imponente hombre miró al chico – ¡Eres un detective, carajo!

—No puedo hacerlo, señor Cho...– musitó Jimin en voz baja – ella es mi novia y sé el peligro que corre.

El mayor caminó hasta el rubio y comenzó a dar vueltas alrededor de su asiento, Jimin se sentía como un criminal en un interrogatorio, nervioso, ansioso y desesperado.

—¿Te enamoraste de una asesina, Park?

—Ella no es una asesina, estoy más que seguro – frunció su ceño – ella está en el programa de protección de testigos, deberían estar planeando algún rescate.

—Sólo complicó más las cosas, hizo que el grupo se mudara de país y que su detención se postergue aún más.

—Ella estuvo en entrenamientos rigurosos para infiltrarse – Taehyung intervino – jamás renegó de algo y durante su misión alguien le comunicó a Choi que estábamos planeando, BonHwa no complicó nada.

—Señor, se lo suplico – Jimin se levantó de su asiento sin despegar la mirada del suelo – déjeme organizar un operativo, yo me encargo de todo lo que se debe hacer y toda la responsabilidad caerá sobre mí.

—Puedo apoyar al detective Park con la organización de los equipos – Taehyung miró a Jimin – si usted lo permite.

El hombre asintió con lentitud mientras caminaba alrededor de ambos chicos con las manos detrás.

—Bien...– detuvo su caminar y recargó sus manos en la mesa frente a ellos – ambos están fuera del caso Fénix, entréguenme sus placas y armas.

—¿Perdón? – Taehyung le miró sorprendido – Señor, hemos trabajado por años en ésto.

—Desde que estamos trabajando para ésta sección nos hemos dedicado a descubrir cada uno de los hilos de esos criminales – Jimin le miró amenazante – estamos cerca de destruir todo, no puede sacarnos del caso como si nada.

—Pues ya lo hice, Park – Cho les miró sonriente – así que trabajarás abajo en las oficinas junto con el oficial Kim.

Jimin no pudo ocultar sus emociones y le tomó por el saco con brusquedad, impidiéndole salir de la pequeña oficina.

—Es usted un incompetente, inservible e insensible – acercó su rostro al del mayor – ¿Acaso está coludido con esos desgraciados?

—Unos dólares en mi bolsillo lo solucionan todo, Park – rió – una mocosa no arruinará mi trabajo de años con JiHwan, así que ahórrate las preguntas y coopera conmigo, quizá te regale algunos dólares por tu arduo trabajo.

—Maldito mezquino.

El rubio le soltó para aterrizar su puño sobre el rostro del hombre, Taehyung intervino y tiró de la manga de su amigo, tratando de jalarlo lejos de su superior.

Orbit » PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora