- Papá quiero a mi mamá...
- Mamá ya vendrá pronto cariño, no te procupes, ell también te extraña mucho.
- Quiero ahorita a mamá.- hacía un pequeño berrinche.Jesús le toledana todo, sabía que su hija necesitaba a su madre, pero no podía tenerla hasta el momento.
La pequeña iba días, meses y años preguntando por su mamá, la extrañaba mucho a pesar de tener vagos recuerdos de cuando era una bebé, quería pasar tiempo con su madre, no le gustaba pasar tiempo con otras personas (ángeles), era demasiado tímida como para hacer amistades tan fácilmente.
- Mamá está acompañando a tus abuelitos, quizás vengan juntos.
- ¿Enserio?
- Sí hija, todos quieren venir a verte, pero se tardan un poquito.
- ¿No puedo ir a verlos?
- No puedes mi amor, el abuelito Dios se va a molestar y no queremos que se moleste ¿verdad?
- No...Y así se dieron unos 15 días más, la pequeña Gabriela como se hacía llamar en el cielo cumplió sus 8 años, Dios le dio sus alas, alas que usaría para el bien, enfrentaría el mal día y noche cuando se le necesite.
- Papá...
- ¿Mucho esfuerzo?
- Sí, el maestro creo que me tiene cólera, siempre me da lo más difícil.
- Porque tienes más potencial que el resto.
- ¿Enserio?
- Lo digo enserio Gabriela.
- Cuando mamá venga le diré que soy la mejor de la clase.
- Apuesto a que se pondrá muy contenta.