HERIDA

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- ¿Por qué le dijiste eso?- le preguntó Jesús molesto.
- ¿Qué cosa?
- Ella no es un error padre, nunca lo ha sido, que no estuviera en tus planes es muy diferente, ella es concebida con amor, un amor que se dio entre María y yo.
- Sabías que no debía darse eso.
- ¿Y no lo niegas? Mínimo intenta negarlo padre ¿sabes como la dañas? ¿así dices amarla?
- Amo a todos mis hijos.
- Pues parece que no es así, los aprecias, no los amas, si los amaras los dejarías ser felices, la dejarías ser feliz con la persona que ama.
- ¿La dejarías ir?
- Sí, si la dejaría ir. Yo busco la felicidad de mi hija, me importa demasiado su estabilidad emocional a diferencia tuya, pero no tengo el poder de ayudarla a salir adelante.
- Retírate.
- Le quitaste a su madre en sus primeros años, María no pudo verla crecer como debería haberlo hecho. No conoció por mucho tiempo a sus abuelos. Dejaste ir sola a su mejor amiga, quien está feliz con la persona que ama y a la vez triste porque considera a mi hija como su hermana menor, lo cual aprecio mucho. Y lo más importante, le has quitado a la mujer que ama, ella quiere hacer tantas cosas por ella y con ella ¿no puedes entender eso?
- Retírate Jesús.
- Espero que lo pienses.

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora