En el comedor...
- Hyejin...
- Dime.
- ¿Podemos hablar?
- ¿Sobre qué?
- Sobre lo de anoche.
- No quiero hablar de eso siendo sincera.
- Ven.En eso sin previo aviso Wheein tomó su mano, la jaló hacía ella y la abrazó. Hyejin se quedó estática ante la sorpresa, no sabía cómo tomarlo, pero no debía corresponderlo a pesar de que deseaba hacerlo.
Sus manos estaban alzadas, quería abrazarla con toda la fuerza del mundo y rogarle que se quedara con ella, pero sabía que la respuesta era la misma, un rotundo no. Intentaba pensar, pensar en que no debía hacer a pesar de que su cuerpo le decía otra cosa.
Por su parte, Wheein si se estaba aferrando, se había dado cuenta de ello por su accionar, su corazón estaba latiendo a mil por hora, lo sentía salirse.
Moría por un abrazo de Hyejin, lo deseaba con todas sus fuerzas pero no podía exigirselo ¿quién era ella para hacerlo? No podía pedirle no siquiera algo tan pequeño que en ese momento parecía enorme.
Decidió de pronto soltarla pero en eso Hyejin la abraza y apoya su cabeza sobre su hombro, sentía como la menor lloraba, como su cuerpo temblaba y la sostenía con tanta fuerza. En ese momento volvió a abrazarla y también comenzó a llorar de manera inconsciente.