Al día siguiente se dirigieron a callejones donde se encontraban muchos hombres y mujeres fumando o drogandose, pero tampoco había señal alguna. Además de ello, a cada momento no faltaban los hombres que se querían acercar a ellas para tocarlas de más.
- ¿Por qué los hombres son así?- preguntó YongSun.
- No lo sé, los humanos son tan raros... mejor vamos a descansar.- le dijo la menor con una sonrisa.
- Lo necesitamos.Finalmente su último camino eran los prostíbulos, un lugar concurrido por los hombres humanos que buscaban diversión en todo momento.
- No quiero entrar ahí.
- No seas miedosa, no te van a comer Yong.- se burló para que no se asustara.
- No tengo miedo, sólo es raro...
- Venga, cualquier cosa tú eres mi pareja.- la tomó de la cintura.YongSun se sorprendió y sonrojó un poco ante la acción de su pequeña hermana, pero debía seguirle el juego sea como sea.
- Vamos amor.
- Muy bien amor.Caminaron simplemente tomadas de la mano, no llevaban la ropa adecuada, eso era más que obvio debido a que no traían puestos vestidos ni tacones así que primero Wheein desvió la ruta hacia un callejón, desde ahí se telestransportó junto con YongSun.
- No voy a preguntar, pero me debes una explicación.
- Ya te dije que lo consultaré, por ahora necesitamos vestirnos para la ocasión amor.
- Tienes razón.Del closet mágico sacaron ropa y tacones. De ahí volvieron al callejón y caminaron regiamente hasta el prostíbulo.
Tenían unos vestidos ajustados a su figura de color rojo, no era uno escandaloso ni resaltante, pero si que se veían sexi y muchos hombres morían por ese par de mujeres.
Entraban de prostíbulo en prostíbulo y felizmente Wheein podía detectar con mucha mejor frecuencia a los demonios así que se retiraban de manera rápida si no los sentía cerca.
- Este es el último.- comentó la mayor.
- Creo que están aquí.
- ¿Tú crees?
- Presiento una vibra fuerte, deben ser ellos.- dijo segura de si misma la pequeña rubia.
- Te sigo líder.
- No soy la líder, me haces ver grande.
- Es una broma, somos una dupla.
- Lo somos.Se acercaron a la entrada y se quedaron paradas esperando detectar alguna señal.
- Hola preciosuras ¿cuánto por las dos?
- No estamos a la venta, pregúntale a las otras señoritas.- le dijo YongSun entre fría y cortés.Ella sabía que Wheein estaba prestando 100% atención al lugar, tenía mejores capacidades por lo que había notado, lo mejor era no molestarla.
- Ven amor, ella es aburrida.- se dirigió a la menor.
El hombre tomó la mano de Wheein y se quemó al tocarla, por lo cual retrocedió. La pequeña no quería que la molestasen así que lo quemó un poco sin lastimarlo.