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Era complicado, muy complicado para ambas dar con el paradero de esos demonios ¿seguían ahí? Eso se preguntaba constantemente YongSun, quien creía que no sentían sus vibras por esa razón.
Por su parte, Wheein sabía perfectamente que seguían en el país coreano ¿dónde estaban? No lo sabía y a pesar de que trataba de pedirle la ubicación específica de estos a Dios, él no se las entregaba, decía que ellas debían encontrarlos y detenerlos.
Ya iban a cumplir el mes en ese país, no habían vuelto por recursos debido a que el ángel que las hospedaba les apoyaba con alimentos y residencia.
- Esto me está fastidiando ¿Cómo es posible que no los encontremos?- se quejaba la mayor.
- Debe ser que nos estén haciendo una jugada, de seguro nos sienten cerca. Deben ser de un nivel elevado y se ocultan mucho mejor.- tanteaba la más baja.
- Puede que tengas razón, es lo más razonable hasta el momento.- hablaba mientras caminaba de un lado a otro.
- Tenemos que entrar en zona pecado Yong.
- ¿Cómo vamos a salir de esos lugares?
- Somos ángeles, podemos desaparecer en el acto.
- Puede que nos graben Wheein, este país está lleno de cámaras de seguridad.
- Buen punto... será mejor ir con cuidado simplemente.
- Debemos arriesgarnos ¿no?
- Exactamente.Sus espadas ya estaban escondidas, se colocaron las zapatillas y sus poleras con capucha para cubrir sus identidades.
Primero se dirigieron a los bares y clubes, caminaron de un lado a otro, pero se mareaban con facilidad al ser la primera vez que las luces jugaban con sus mentes y visión.
- Wow...- se sorprendió Solar.
Wheein miró a la dirección a la cual YongSun miraba y notó que estaba observando a una bailarina de pole dance.
- Deja de mirar, debes de concentrarte en la misión Solar.- la jaló seriamente para que reaccionara.
- Lo siento.Durante ese dia no encontraron nada así que tan solo descansaron.