Como se sabe Jesús es hijo de María y José, también se le conoce como el hijo de Dios.
La historia es bien conocida para muchos católicos pero para nosotros los que creen otra historia es muy diferente, quizás sucedió o quizás no, no lo podemos saber con exactitud a pesar de que algunas personas consideran que quizás pasó.
Es una historia creada por mí sin ofender a los más creyentes o no creyentes que insulten la religión, sin más comencemos.
Jesús recorría diferentes partes del mundo predicando la palabra de Dios y haciendo que diferentes personas creyeran en él y dejarán de cometer actos delictivos o pecados para poder unificarse e ir al cielo o como también lo llamada, al paraíso.
En una de sus viajes conoció a María Magdalena, quién era conocida debido a que se le vinculado con muchos hombres, se decía que era una prostituta qué tan sola vendía su cuerpo por dinero.
Como Jesús es bueno la llevó con él para un mejor camino y la apoyó en todo momento junto con sus Apóstoles.
Siempre le decía que si uno hace el bien recibe bien y como él está ayudando, ella también lo apoyaría en algún momento que sea necesario.
En los días de convivencia, en sus ratos libres María se acercaba mucho a Jesús para conversar con él y pasar el tiempo como buenos amigos. Pero ¿Qué pasa si los sentimientos interfieren? Eso definitivamente no es una buena señal.
- Jesús... ¿Por qué siempre me ayudas?
- Porque ese es mi deber y tú harás lo mismo conmigo.
- Se me hace difícil creer que hayas ayudado a una mujer como yo.
- No eres cualquier mujer María, eres buena y pura, quizás estuviste en un mal camino pero yo estoy aquí ayudándote.
- Enserio me siento agradecida contigo, si no fuera por si no sabría qué hubiera sido de mi vida, enserio gracias.
- No tienes nada de que agradecerme.
- ¿Sabes? Me es complicado esto pero quería que lo sepas...
- ¿Qué cosa?
- He comenzando a tener sentimientos hacia ti, sentimientos que quizás yo no debería tener.
- ¿Qué sentimientos María?En eso María se le acerca y le deposita un corto beso en los labios a Jesús, quién le devolvió el gesto de la misma manera. Ambos se miraron y se dieron cuenta que ahí existía amor.
- Lo siento si es que esto está mal.- se sentia un poco culpable.
- No está mal María ¿Quién dijo que el amor es un pecado?
- ¿Significa que soy correspondida?- preguntó timidamente.
- Lo eres.