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- Ya no lo soporto más!!!- gritó la pequeña peliazul.
Se encontraba entrenando en el campo de batalla sola golpeando lo que sea que se le venía encima, no lo soportaba, no quería seguir entrenando, no quería seguir combatiendo ¿qué caso tenía si no tenía lo que más quería con ella? A Hyejin.
- Aish... Ni siquiera puedo maldecir aquí algo.- susurró.
- ¿Qué pasa cariño?- su madre había llegado a su lado.
- Mamá...
- ¿No te sale alguna maniobra?
- No es eso mamá... Yo simplemente ya no aguanto mi vida asi.
- ¿A qué te refieres?
- Quiero vivir en la tierra madre, no quiero seguir aquí.
- ¿Por qué amor?
- Porque ahí está la persona que amo mamá. Quiero estar con ella.
- Mi cielo...- abrazó a su pequeña hija.- No sabía nada de eso ¿Por qué no me londijiste antes?
- Porque no quería preocuparte, me sentía muy mal y ahora me siento peor.
- ¿Le has preguntado a tu abuelo?
- No quiere que vaya, dice que yo pertenezco aquí. Pero a Solar si la dejo ir, a mi no me quiere dejar.
- Vamos a consultarlo con papá ¿te parece?
- Esta bien...Ambas se fueron donde Jesús, quien estaba en el jardín leyendo:
- Mis amores.- las saludó sonriente.
- Amor, debemos hablar, dentro.
- De acuerdo.Los tres entraron a la casa y ahí comenzaron a conversar la situación, Wheein les contó como había llegado a conocer a Hyejin y que sintió amor por ella en ese momento, era indescriptible lo que sentía pero era eso, amor.
- Hablaré con tu abuelo ¿Si? Le diré que te deje ir, mereces ser feliz.
- Gracias papá.- lo abrazó más contenta y con más esperanza.Y así fue, Jesús fue a ver a Dios:
- Hijo mío.
- Padre, debemos hablar.
- ¿Sobre qué?
- Sobre Gabriela padre.
- ¿Qué le pasa a Gabriela?
- Sabes a lo que me refiero padre, ella ya ha venido a conversar contigo.
- ¿Sobre ir a la Tierra?
- Así es.
- No puede irse, ella debe quedarse aquí.