NARRADOR
A la mañana siguiente Hyejin al estar despierta más temprano que el resto comenzó a preparar el desayuno, un desayuno que consistía en jugo de naranja, pan tostado y huevos revueltos con tocino.
Una vez acabado primero acomodó la mesa y mientras colocaba todo MoonByul apareció:
- Buenos dias unnie.
- Hola ¿dormiste algo?
- Un poco ¿Tú?
- Igual, un poco.
- Será mejor que por ahora despiertes para desayunar.
- Eso en definitiva me despierta.
- Ve a despertar a YongSun unnie.
- Y tú despierta a Wheein.Ambas se dirigieron donde sus acompañantes para despertarlas. Por un lado, YongSun se despertaba de buen humor con un gran estiramiento y una gran sonrisa en su rostro:
- Buenos dias Byul!
- Buenos dias YongSun unnie.Por otro lado, Wheein se despertaba lentamente, se tomaba su tiempo en todo momento. Al abrir sus ojos se topa con Hyejin, quien justo llegaba para despertarla:
- Ya preparé el desayuno, te esperamos en el comedor.
Sin decir más salió de la habitación igual que lo había hecho en la noche.
- Buenos dias Hyejin...- susurró en voz baja con una pequeña sonrisa.
Miró al techo de la habitación, era un tono celeste similar al cielo, una lágrima de repente corrió por su mejilla, se sentía culpable ¿de qué? Ni ella misma lo sabía.
Al salir de la habitación las vio a las tres sentadas en la mesa, puso su mejor sonrisa y las saludó:
- Buenos dias!
- Hola Wheein!
- Buenos dias Wheein.- la saludó Byul cortésmente para no pasarse de la línea.Por su parte Hyejin no le devolvió el saludo y las otras dos chicas lo vieron normal debido a que se suponía que ya la había saludado cuando fue a despertarla.
El desayuno fue silencioso, ninguna decía alguna palabra, pero el ambiente si era un poco tenso ¿y cómo no? Ambas humanas estaban perdidas en sus pensamientos, ese iba a ser el primer y último desayuno junto a las ángeles que les habían robado el corazón.
Al acabar Yong y Wheein se ofrecieron para lavar los servicios, pero Byul y Hyejin terminaron haciéndolo diciéndoles que ellas las atenderían porque están en su domicilio.
¿Qué es lo que pasa?
- Yo no puedo hablar por la mente.- le susurró.
- Tan sólo hazlo.- le susurró de igual manera.¿Me escuchas?
Sí.
Bueno... No sé qué es lo que pasa Wheein.
Yo tampoco, es incómodo.
Anoche estábamos bien.
Creo que sí.
¿Qué haremos ahora?
Debemos de volver ni bien oscuresca, no podemos exponernos más.
Tienes razón.
Tenemos que volver al hospedaje y dejar las llaves.
¿Nos teletransportaremos?
Sí, así evitamos cruzarnos con más personas.
De acuerdo.En eso las dos jóvenes aparecen y deciden dejar de hablar a través de sus mentes.
- Uhmmm... ¿cómo podemos decir esto?- preguntaba YongSun un tanto incómoda.
- ¿Qué ya deben irse?- preguntó Byul aparentando tranquilidad.
- Si...- respondió la mayor.
- De nuevo les agradecemos la ayuda.- ambas jóvenes hicieron una reverencia en agradecimiento.
- Gracias por ayudarnos, hospedarnos y alimentarnos.- las ángeles hicieron una reverencia de igual manera.Se quedaron nuevamente en un incómodo silencio sin saber exactamente qué hacer las cuatro.
- No queremos quitarles más de su tiempo, creo que un adiós es suficiente ¿no?- Byul trató de aligerar el ambiente.
Ella sabía perfectamente que su amiga no hablaría mucho por temor a romperse.
- Bueno... esperamos de todo corazón que no les pase nada malo porque son muy buenas personas.- comenzó YongSun.
- Deseamos que sigan con sus vidas con tranquilidad y tengan más cuidado al momento de estar en la calle, es peligroso.- le siguió Wheein.
- Nosotras esperamos que no les pase lo mismo que pasó anteriormente.- Byul comenzó.
- Esperamos que no se lastimen y continúen con su arduo trabajo sin golpes.- finalizó Hyejin tratando de estar lo más calmada posible.Luego de ello se despidieron con un apretón de manos a pesar de que esperaban algo más ambos lados, ya era normal para las humanas desear algo más, algo más afectuoso al ser el final, pero las ángeles estaban confundidas, no querían soltar el agarre de las manos, les era algo imposible de creer y asimilar.
Al momento de soltarse se había acabado esa pequeña magia, una que estaban comenzando a extrañar.