REGRESO

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- Mamá, este lugar es muy bonito.
- Es tranquilo y bonito, no puedo negar eso hija.

Hyejin se encontraba en el paraíso, su alma estaba divagando por ahi por el momento y estaba al lado de su madre, a quien había estado extrañando a montones.

- Terminó siendo un lugar hermoso, quizás ya lo ha visto.
- ¿Cuándo volverás hija?
- Me quedaré aquí contigo mamá.
- Tienes que volver, tú no perteneces aquí.
- Estoy aquí porque fallecí madre.
- No, aún puedes volver hija, tienes que ir, te esperan en la tierra.
- Byul y Yong van a estar bien sin mi. Saben cuidarse y se quieren mucho.
- No has cumplido mucho hija.
- Voy a esperar a Wheein aquí, quizás cuando venga a ver el lugar la vea.
- Los ángeles no vienen aquí hija.
- ¿No?
- No hemos visto ninguno después fe venir aquí.
- Eso no es bueno... quieto verla.
- Por eso debes volver.
- Pero ella no puede volver, le tienen prohibido volver.
- Sigue pidiéndole a Dios que te cumpla un milagro.
- Un milagro...
- Sí. Para eso debes pasar por la puerta de luz azul y volver a tu cuerpo.
- ¿Y tú? No quiero dejarte sola mamá.
- Te voy a estar esperando, tienes una larga vida por delante.

Su madre la abrazó y la guió hasta la puerta azul que debía tomar:

- Ya sabes, vive tu vida y cumple todas tus metas y sueños.
- De acuerdo mamá, vendré cuando sea el momento.
- Suerte.

Hyejin entró por la puerta azul y de repente sintió su cuerpo pesado, su mano se movió un poco y sintió la mano de obra persona, de seguro era de Byul o Yong, no lo sabía con exactitud.

- Hyejin...

Esa voz, podía oírla, sus ojos aún no los abría porque los sentía muy pesados.

Wheein por su parte al sentirla moverse no dejó de mirar su rostro esperando a que ese par de ojos la miraran, quería que la viera a ella.

Cuando finalmente la morena abrió los ojos se encontró con los de la pequeña, quien al verla comenzó a llorar de felicidad, tenía una sonrisa en su rostro.

Hyejin con la poca fuerza que tenía intentó levantar su mano para poder tocar su rostro, Wheein al notarlo acercó su rostro y sostuvo la mano de la menor en su mejilla para que la sintiera, los ojos de la morena comenzaron a llenarse de lágrimas:

- ¿Wheein?
- Soy yo, aquí estoy.
- Wheein...
- Soy yo Hyejin, estoy aquí contigo.

Las lágrimas no sé hicieron esperar y cayeron inmediatamente, Wheein las secó con cuidado:

- Volví.
- Wheein...
- Dime.
- Te amo mucho.
- Y yo a ti te amo de igual manera.- sonrió.

Se acercó y le dio un beso en la frente tiernamente.

- Lo siento por tardarme mucho, fue difícil.
- ¿Qué hago aquí?
- Me contaron que tuviste un accidente en el trabajo y estuviste en coma por un año antes de que yo llegara, ha pasado un año con 15 días desde que llegué.
- Eso es mucho tiempo... lo siento.
- No te preocupes, te iba a esperar todo el tiempo que necesitaras, siempre voy a estar contigo y lo sabes ¿no?
- Gracias.
- Las chicas deben estar por llegar, normalmente vienen a estas horas.- acarició su cabello suavemente.- Enserio me alegra tenerte nuevamente a mi lado.
- A mi también.
- Ahora debemos esperar las indicaciones del doctor y haremos lo que diga ¿de acuerdo?
- Está bien...
- Me voy a quedar contigo en todo momento así que no te quedarás sola, eso tenlo por seguro.
- Gracias.

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora