Aquella noche SeokJin no pudo conciliar bien el sueño, su omega se negaba a dejarlo descansar. Tenía miedo, sentía como si su alfa le estuviera abandonando para irse a pasar su celo en un lugar completamente desconocido para él, no quería que Nam se fuera y era aquí donde se reprochaba una vez más tener esos pensamientos.
Porque NamJoon no era su alfa y él no era su omega.
No había podido evitarlo, se había acostumbrado tanto a la presencia del pelirrubio que el solo pensar en que él no estaría por un par de días le hacía sentirse triste y desolado, y es aquí donde se reprochaba una vez más por tener aquellos sentimientos hacia el mayor. Él tenía que comprender, no, mejor dicho, su omega tenía que comprender que tanto él como NamJoon eran personas libres, en algún momento ambos conseguirían pareja, alguien destinado para ellos, alguien al que amarían y entregarían toda su vida y que les daría la mayor felicidad del mundo, lo sabía, estaba consciente de eso, pero no podía evitar que aquella sensación incomoda inundara su vientre cada vez que visualizaba al alfa alado de otro omega que no fuera él.
Sentía nauseas de solo pensarlo.
Imaginarlo no era nada difícil, para nada. Estaba seguro de que NamJoon encontraría a una buena omega, alguien a quien amar y proteger, no conocía muy bien sus gustos, pero se imaginaba que sería una fina omega de cabellos largos y dorados, ojos claros y rasgos finos y delicados, una chica con la que pudiera formar una familia y ser felices. Se los imaginó juntos, la mujer misteriosa tomaba la mano del alfa mientras observaban el horizonte, un panorama demasiado tierno y familiar, el alfa le sonreía, ella le sonreía, se sonreían ambos llenos de dulzura y complicidad, algo que SeokJin siempre se imaginó tener. Después de esa mirada cómplice, el alfa depositaba un beso sobre la frente de la chica, desbordante de amor y dulzura, para después posar su mano sobre el vientre plano de la omega, acariciándole con un amor infinito...
No lo resistió más. SeokJin apretó sus ojos intentando ahuyentar cualquier sentimiento negativo que se anidara en su cuerpo, pero fue en vano. Lagrimas saladas ya se rebelaban por sus mejillas y cuando se quedó dormido no tuvo siquiera la seguridad de que estas hubiesen parado.
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Al día siguiente, tal y como se había previsto, el alfa salió del apartamento y para no regresar en un par de días. No quiso despedirse del omega, no estaba seguro de ser capaz de irse si veía al chico deprimido o afligido, no podría con ese sentimiento en él.
Tomó sus cosas para la oficina junto a una pequeña maletita que había preparado la noche anterior y salió del lugar sin mirar atrás. Se tomó el tiempo de notificarle al guardia que no estaría dentro del departamento por un par de días pero que" La chica" a la que había llevado si lo estaría, recibió un nuevo guiño coqueto por parte del beta que le pareció sumamente molesto, pero intento no prestarle importancia y salió del lugar esperando y confiando en que SeokJin estaría bien, después de todos solo serían tres días ¿Que podía salir mal?
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- ¡¿UN QUE?!
- Lo que está escuchando, hyung, un feto.
HoSeok no podía disimular su asombro, las cosas que habían pasado en aquel burdel definitivamente continuaban siendo muy extrañas, no importaba cuanto descubrieran sobre él, cada día se sorprendían aún más.
- Dios...
- Sip, Yugyeom lo metió en formol para conservarlo, aunque según su opinión, el feto fue tratado con alguna especie de crema que le permitió conservarse suficientemente bien ¿Quiere verlo?
HoSeok lo pensó un momento, él al igual que JungKook no eran nada amigo de temas de sangre y órganos, cosa graciosa ya que en su trabajo había visto más de eso de lo que le hubiera agradado, pero le causaba cierta curiosidad aquella situación.
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"Dreamy" || NamJin/Omegaverse
Fanfic- Mgh~ ¡Basta! ¿Por qué el mundo era tan cruel?, nadie lo sabía y si lo hacía seguramente eran lo suficientemente egoístas para compartir la respuesta, o por lo menos eso era lo que pensaba SeokJin. La vida de un omega debería ser hermosa ¿No es ver...