"Dreamy" || NamJin/Omegaverse

Capítulo 1

La lluvia caía llevándose a su paso cualquier cantidad de cosas que estuvieran botadas en las calles, la ciudad de Seúl era vigilada por la intensa luz emanada por la luna, la población de bien dormía plácidamente en sus camas.

La cuidad están en paz a excepción de un barrio, el peor barrio de Seúl.

- ¡No! Mgh~ ¡Basta!

Kim SeokJin lo sabía muy bien, él vivía en lo peor de la ciudad. Su casa no era más que un burdel, un estúpido burdel de mala muerte que le había robado todo lo que tenía.

Fue sólo cuestión de presentarse como omega para que lo supiera, su madre siempre le dejo en claro que sólo fue un error que le arruino la vida y ella se encargó de arruinársela a el.

Cuando se presentó como omega no tenía más que 14 años, una edad bastante temprana para hacerlo, pero su corta edad no sirvió como impedimento a su madre quien sin importar las súplicas y lloriqueos de su único hijo, vendió su virginidad al mejor postor.

- Un omega virgen ¡Y en su primer celo! - Había dicho esa noche en la que le obligó a subir por primera vez a la tarima del burdel vestido con una tanga de encaje y una capa de tela transparente roja a juego.

- ¿Cómo se llama esa preciosura?

Su madre lo medito por algúnos segúndos, tendría que ser algo denigrante y humillante. Una malévola sonrisa se posó en sus labios al descubrir el nombre perfecto con el cual venderia a su hijo.

-Honorables caballeros, es un verdadero placer para mi presentarles a... ¡The Little Bitch!

Los demás recuerdos de lo que pasó esa noche eran muy borrosos, sólo recuerda haber sido vendido a un alfa, un alfa gordo y con aliento rancio, el olor a alcohol era potente en su ropa y su olor natural, un olor que Jin jamás olvidará; tabacos y alcohol pobremente disfrazado con colonia barata, olores que quedaron muy bien grabados en su memoria siendo el más vivo recuerdo que tenía de su primera vez.

Una ocasión única y especial para los omegas.

Pero él no la tendría.

A cambio de una ocasión hermosa, llena de amor, corazones, tiernas caricias y pétalos de flores él había tenido rudeza, azotes e insultos.

Pero lo peor no era eso.

Lo peor era que todo lo que sufrió en su primera vez se repetia cada noche exceptuando los días en que su cuerpo se encontraba lo suficientemente maltratado para impedirle andar, esas eran las únicas excepciones.

Después de tres años de sufrir un nuevo abuso uno pensaría que su cuerpo se habría acostumbrado, pero no era así. Cada vez que el pobre SeokJin era tomado a la fuerza su cuerpo se tenzaba, su lobo se rotorcia en agonía, una agonía causada por saber que quien tomaba su cuerpo no era su pareja destinada y que sólo sería un juguete que después de que aquel alfa que se encontraba sobre él alcanzara su satisfacción lo dejaría botado sobre la cama, frío y herido, heridas en ocasiones graves llegando algunas veces a los extremos de sangrar enmedio del acto, justo como en esta ocasión.

- ¡Pare! Mgh~ ¡Basta me está lastimado!

- Lo siento, pequeña zorra. Yo pague tu precio, ahora debes satisfacerme.

El hombre al cual había sido alquilado esta noche era un alfa de olor pestilente.

Alcohol, puro alcohol rancio y maloliente.

Eso despertaba todas las pesadillas que rondaban su mente provocando en él un sentir de puro horror. La necesidad de salir, de terminar con lo que fuera que hiciera el alfa era más que latente, tristemente el no tenía esa decisión.