Al día siguiente, la estación de policía se había convertido en un total caos, principalmente la oficina del jefe Min.
La noticia de la captura de uno de los hombres más buscados en todo Corea del Sur había corrido como pólvora durante la madrugada siendo noticia mundialmente conocida para las primeras horas de la mañana. Había cientos de periodistas queriendo obtener información, el teléfono no dejaba de sonar con las insistentes llamadas de políticos, jefes de estado y demás personas importantes ansiosas por obtener más detalles de la captura y pese a que todo el mundo mostraba un aire jovial y completamente despreocupado por la captura del alfa había una pregunta que se repetía silenciosamente en la mente de quien se atreviera a conocer del tema.
¿En verdad el hombre de la celda era Lee JaeHwan?
El líder del cartel Lee se había convertido en una especie de leyenda, no solo en el mundo del narcotráfico, sino en todo el espectro criminal. Sus hazañas eran mundialmente conocidas al igual que lo eran sus múltiples fugas y huidas, resultaba casi fantasiosa la realidad que se les presentaba como la versión oficial: Un grupo de jóvenes oficiales, liderados por el Jefe Min quien no pasaba de los 30 habían capturado al que era considerado el criminal más buscado actualmente.
El irreal.
Y muchos dudaban de su autenticidad.
- Estoy harto.
Min YoonGi no era una persona de mucho expresar sus sentimientos, más bien se consideraba a sí mismo como un ser cauteloso y discreto, sin embargo su paciencia poco a poco comenzaba a llegar a su límite. En la última hora había recibido cerca de una veintena de llamadas, todas con el mismo objetivo, todas con las mismas preguntas, nunca en su vida se había visto sometido a tanta atención y sobre todo, nunca en su vida se había cuestionado tanto su credibilidad.
No hasta hoy.
Capturar a Lee había traído consigo más interrogantes de las que nunca creyó, interrogantes que eran acompañadas con palabras de felicitaciones que guardaban discretamente un pésame en su interior. Aunque la gente lo negase todo el mundo sabía muy bien que el cartel Lee era peligroso y de alguna manera ser la persona que se había encargado de desmantelarlo posiblemente traería consecuencia. Para su pesar él también lo sabía muy bien.
Le había costado años conciliar el sueño, cuando el mismo creía que comenzaba a lograr desprenderse de sus preocupaciones y entregarse a los placeres del mundo de Morfeo se presentaba ante él una nueva duda, un nuevo miedo, una nueva interrogante a responder. Posiblemente habría podido mitigarlas si todas estas hubiesen rondado en el trabajo, sin embargo no todo era así. Lee le había dicho que había convertido aquello en un asunto personal y el bien sabía que el hombre tenía razón.
JiMin.
Esa mañana le había llamado en cuanto los primeros rayos del sol se asomaron por su ventana, importándole muy poco saber que el omega no abandonaba su descanso hasta unas horas más tarde. Sabía bien que lo vería en la estación, estaba consciente de eso, pero una parte de él quería asegurarse del bienestar del omega aunque eso significara hacerle parecer una especie de acosador.
- ¡Buenos días! - La alegre voz de HoSeok se hizo presente en la estación, solo unos segundos después el cuerpo del pelirrojo se había materializado en su oficina, sonriente y bien despierto, algo que no se podía decir del aspecto del mismísimo Jefe. - Alguien tuvo problemas para dormir ¿Eh? Este es tu momento de gloria Min, no el momento de parecer que estas en huelga de hambre o algo así.
El jefe le miró mal.
- Si, bueno, no todos tenemos la ventaja de dormir en el mismo edificio de nuestra pareja, Jung. Fuiste demasiado astuto cuando tu mismo sugeriste acoger a los omegas en tu otro apartamento ¿Ya te habías fijado en TaeHyung, verdad?
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"Dreamy" || NamJin/Omegaverse
Fanfic- Mgh~ ¡Basta! ¿Por qué el mundo era tan cruel?, nadie lo sabía y si lo hacía seguramente eran lo suficientemente egoístas para compartir la respuesta, o por lo menos eso era lo que pensaba SeokJin. La vida de un omega debería ser hermosa ¿No es ver...