||+⑱ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| 𝐹𝑈𝐶𝐾𝐼𝑁𝐺 𝐿𝑂𝑉𝐸

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【𝓐𝓭𝓻𝓲𝓮𝓷】

El sábado había llegado y solo rogaba a lo que sea que me escuchará que la cena de esta noche no fuera un completo desastre.

Sabía de él disgusto que el padre de Marinette tenía para conmigo, después de todo me había quedado bien claro cuando por azares del destino nos conocimos.

Con el cabello aún un poco húmedo y envuelto en una toalla salí directo del baño para empezar a vestirme para esta noche, no me quebré tanto la cabeza y elegí la vieja confiable para mí, pantalones de vestir en color negro con un saco del mismo color al igual que los zapatos y una simple camisa blanca con botones y mangas largas.

Fuí colocando pieza por pieza de ropa, hasta que había acabado con mi labor y me encontraba completamente vestido, camine hasta el espejo para ver mi reflejo de manera completa y realmente me gustaba el resultado.

-Te ves muy guapo.- Dijo Marinette mientras me veía desde el marco de la puerta, con ambas de susanos posadas en su barriga.

-¿Sabes algo?.- Le dije.

-No.- Nego con su cabeza.-¿Qué cosa?.- Preguntó.

-Tú, mi bella prometida, te ves diez mil veces mejor que yo.- Llegué hasta ella y le robe un beso, el cual me correspondió.

Y no mentía en nada de lo que le decía a Marinette, ella realmente lucía sumamente preciosa a mis ojos. Sus mejillas levemente hinchadas y rizadas le daban un aspecto de ternura que derretía mi corazón cómo helado bajo los rayos del sol.

-¡Basta ya!.- Dió un golpecito en mi pecho.-Me haces sonrojar con tantos halagos que me das.

-Te amo y mi corazón te adora, ¿Qué más puedo hacer sino?

-Vale...- Me tomo de los hombros y se puso de puntitas para luego acercar su boca a mi oído.-Pero yo te amo más.- Me dijo en un tono sumamente bajito para luego dar un besito en mi mejilla.

-Algo demasiado bueno debí de haber hecho en mi otra vida para que se me permitiera tenerte en esta.- La tomé de las mejillas y dí varios besitos por toda su cara.

-¿Lo dices en serio?.- Pregunto ella.

-Yo nunca te he mentido.- Dije sin siquiera detenerme a pensar en esas cinco palabras.

-Ajá, ¿Ya se olvidó cuando negaba lo que sentías por mí?.- Cierto, ahí yo le mentíay hasta a mí.

-Perdón.- Dije sin más.-Estaba muy idiota en ese tiempo, y ahora también solo que te tengo a ti a mi lado y eso lo hace mejor.- Tener a Marinette en mi vida y con el saber de qué en unos meses se convertiría en mi esposa me alegraba a mí y a mis días, desde que amanecía a su lado hasta cuándo los dos íbamos a la cama para descansar.

-Bueno ya.- Se dió la vuelta frente a mí.-Puedes subir el cierre de mi vestido, mis brazos no me dan para hacerlo yo misma.

-Por supuesto.- Subí el cierre de su vestido.-Listo, he acabado.

-Gracias guapo.- Me agradeció con un beso que por supuesto no rechace.-Me pongo los tacones y ya estoy lista.

-¿Vas a llevar tacones?, ¿No es eso un poco peligroso para ti?.- Ok, por obvias razones me preocupaba de que algo pudiera sucederle a ella o a mis hijos.