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𝓐𝓭𝓻𝓲𝓮𝓷

Todavía me sigo arrepintiendo de haber ido a esa estúpida fiesta donde la conocí, sería inútil culpar a mi hermano por haberme invitado cuando fuí yo quien acepté sin oposiciones.

Era perfecta a ojos de cualquiera que la viera, cabello negro y corto como la noche, ojos ámbar con esos rasgos asiáticos y aquellos finos labios que poseía, cintura pequeña, no le hacía falta nada y tampoco le sobraba y hasta podría asegurar de ser la encarnación misma de Afrodita, y a pesar de ser mayor que yo su estatura me facilitaba para poder verla de pies a cabeza.

Por otro lado yo eran tan joven e inexperto, tan estupido cuando puse los ojos en ella, algo que nunca debí hacer.

Ella fue mi primer amor, mi primer beso, la primera persona a la que le dí caricias, fué la primera y la última persona a la que le abrí mi corazón sin cuidado alguno pensando ilusamente en qué cuidaría de él tanto como yo trataba de hacerlo con ella.

-Te amo Adrien.- Su voz rezonaba en mi cabeza como una especie de alarma o quizás de recordatorio que no debía enamorarme, ahora sus "Te amo" sonaban tan huecos y vacíos, tan banales que aún no entiendo el como es que me creí tremendas mentiras.

La noche en la que la seguí a esa "reunión" por mera curiosidad me lleve una sorpresa de la que jamás me hubiera esperado, era ella y otro sujeto besándose aún cuando ella y yo todavía éramos pareja y lo peor fue lo que vino después, al verme sonrió como si hubiera ganado el premio mayor.

-Hola Adrien, ¿O prefieres que te diga "Mi amor"?

Después de darme cuenta que todas sus palabras eran tan falsas me dio un asco haber sido tan ingenuo, tan estúpido.

-¿P-Por qué me haces esto?.- Apenas articulé.-¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!- El tono de mi voz se alzó, atrayendo la vista de algunos curiosos.-¿C-Cómo es esto posible?... Tú más que nadie sabes lo mucho que te amo, todas esas veces que me lo decías ¿Acaso mentías cuando lo hacías?

Soltó una carcajada llena de cinismo.-Eres un idiota, no puedo creer que te hayas tragado todo eso.- Llevo las manos a su cintura.-No puedo creer que aún existan hombres tan ingenuos como tú, pero no te preocupes bonito, que tú te llevas ese logro.- Camino hasta mí, deteniéndose justo a lado mío para susurrar algo.-No eres ni la mitad de lo que Félix es en la cama, que lástima me das porqué pensé que serías el reemplazo perfecto cuando ni siquiera le llegas a los pies a tu hermano.- Beso mi mejilla y se fue de mi lado.

Estaba congelado, no podía articular palabra alguna, había sido usado para ser el reemplazo de mi hermano otra vez, primero mis padres y ahora Kagami.

Risa y más risa por parte de ella. Me levanté de la cama con una leve brinco, sudaba frío, los latidos de mi corazón rezonaban en mis oídos, al parecer todo había sido un sueño o más bien una jodida pesadilla.

Me percaté del cuerpo que dormía a la orilla de mi cama, era ella, era Marinette y yo sostenía fuertemente su mano.

No recordaba casi nada de ayer, lo último que pasaba por mi mente era a mi estando en la fiesta que había organizado Luka por el fin de las evaluaciones que justamente coincidían con la fecha en la que Kagami me había terminado un año atrás, después de eso no recordaba mucho, la cabeza me dolía y ni siquiera sabía cómo había llegado a mi departamento o el porqué Marinette estaba conmigo y fue de pronto cuando me di cuenta de la tremenda metida de pata que había hecho.

||+⑱ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| 𝐹𝑈𝐶𝐾𝐼𝑁𝐺 𝐿𝑂𝑉𝐸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora