||+⑱ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| 𝐹𝑈𝐶𝐾𝐼𝑁𝐺 𝐿𝑂𝑉𝐸

⓿❽

【𝓜𝓪𝓻𝓲𝓷𝓮𝓽𝓽𝓮】

Antes de llegar al lugar donde vivía Adrien hicimos una parada en un supermercado que quedaba cerca de ahí. No compramos gran cosa, un poco de vegetales, tocino y queso o por lo menos lo necesario para un Quiche, algo sencillo que había aprendido gracias a mi madre, bueno en realidad fué eso y unos cuantos ingredientes más para preparar Croissant rellenos de chocolate eso sí que se lo debía a mi padre, ellos eran dos grandes personas que me habían enseñado tantas cosas y que por supuesto me habían impulsado para que yo estudiara diseño do modas, en fin.

Al llegar al bloque de departamentos, se acomodo en el estacionamiento para luego ayudarme a bajar con las cosas que habíamos comprado, pasar ese momento a lado de él me hacía gran ilusión y apuesto a que cualquier persona que nos viera pensaría que éramos pareja aunque, bueno yo en realidad ya sabía que eso no sucedería jamás en mi vida.

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Él cortaba las verduras en pequeños rodajas mientras yo me encargaba de forrar el molde con el hojaldre para así lograr un perfecto platillo.

-Tu casa es realmente asombrosa.- Intenté adular sin dejar de hacer lo mío.-Un lugar como estos en París debe de costar una fortuna.

-¿Creés que yo podría pagarme este lugar?- Preguntó sin siquiera voltear la mirada hacia mí.

-Sí... Supongo.- Respondí no muy convencida.

-Pues déjame decirte que estás equivocada.- Posó su verduzca mirada en mi y todo mi cuerpo se tensó por el repentino tono que había adquirido su voz.-Esto... Fué un regalo de mis padres, bueno cuando yo dejé de vivir con ellos.

-Entonces tus padre deben amarte mucho.- Sonreí, viéndolo por la esquina de mis ojos.

-Déjame poner eso en duda.- Respondió con un semblante ¿Triste? y una sonrisa que se veía a kilómetros de distancia que era fingida.

En el tiempo que llevaba conviviendo con Adrien, nunca había visto tales facciones en él, su rostro de verdad que parecía triste y yo no sabía la causa de eso.

-¿Por qué deberías poner en duda el amor de tus padres?- Curiosé un poco, por saber más de la repentina tristeza que había adquirido.

-Eso no es algo que sea asunto tuyo, Marinette.- Respondió arisco y evidentemente evadió por completo el tema.

-Tienes toda la razón, no es asunto mío pero si algo debo decirte es que sí me interesa saber porqué cambiaste tan rápido de ánimos.- Respondí con total firmeza.

-Mira, entre tú y yo no hay una relación, así que ¿Por qué preocuparse por el otro cuando lo único que nos une es el sexo?- Sus facciones cada vez se endurecían un poco más, sin duda ese tema con sus padres no era de su total agrado.

-¿Y tú crees que eso no me ha quedado claro?- Suspiré y llene una de mis manos al puente de mi naríz.-Pues déjame decirte que a cada segundo que pasa de mi vida tengo presente que tú y yo no vamos a tener una relación formal.- Levanté la mirada para verlo directo a ese par de esmeraldas que tenía por ojos.-Que lo único que nos une es el simple hecho de follar y ya, no es necesario que me lo recuerdes a cada minuto, Adrien.

-Entonces te sugiero que no preguntes de más.- Continúo con lo que estaba haciendo anteriormente.-Hay cosas que es mejor dejar como están y no desenterrarlas.- Soltó un pesado suspiro.