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𝓜𝓪𝓻𝓲𝓷𝓮𝓽𝓽𝓮

Solo bastaban un par de segundos para que yo hubiera llegado al orgasmo pero ese placer me fue abnegado cuando el timbre de la puerta sonó por toda la sala, Adrien se apartó de mí, recompuso sus ropas y camino en dirección a la puerta yo por otro lado recogí mis bragas que se habían quedado en la alfombra y me las coloqué, antes de abrir la puerta del lugar él echo una corta mirada hacia atrás, concretamente a mí, supongo que fue par cerciorarse de que estaba vestida.

Al poco tiempo después regreso con un par de contenedores de la comida que habíamos pedido, los dos habíamos coincidido en pedir la especialidad de la casa la cual era la pasta y también unas rebanadas de lasaña.

-¿Prefieres hacerlo en la cocina o lo hacemos aquí en la sala?.- Me preguntó en cuanto llego a mí.

-¿Eh?... ¿Qué cosa?.- Por un momento había mal pensado las cosas haciendo que mis pómulos adquirierán un fuerte rubor.

-Comer, me refiero a comer ¿Qué más seria sino?.- Respondió desde su posición.

-Ah... Sí, por supuesto.- Respondió con un poco de pesar.-Me parece bien la idea de hacerlo aquí en la sala.

-Esta bien.- Respondió monótono.

Dejó las viandas de comida en la mesa que se encontraba en el centro de la sala y llendo después a la cocina por un par de utensilios para ingerir la comida, no tardó mucho que ya estaba de vuelta conmigo.

Tomé uno de los tenedores que él me había facilitado, para abrir el recipiente con la pasta y empezar a ingerir el alimento.

-¿Esta bueno?.- Tomo asiento a mi lado y algo dentro se removió nervioso, unos cuantos músculos de mis piernas se tensaron.

-Mucso a dewcir veldad (Mucho a decir verdad).- Lo más probable es que apenas y haya entendido lo que quise decir por hablar un poco con la boca llena de la comida.

Tomé una porción de la pasta y la acerque de inmediato a sus labios para que probará, momentos después me reprendí mentalmente pensando que no iba a corresponder a ese gesto pero tal fue mi sorpresa cuando comió la porción que había en el tenedor, masticando poco a poco la comida.

-Tienes toda la razón, está pasta es buenísima.

-Si la pasta te parece buena, espera a que pruebes la lasaña.-

Tomé otra parte de la lasaña y nuevamente la acerque a su boca siendo aceptada gustosamente por Adrien, un poco de la salsa de tomate se escapó por la comisura de sus labios.

-Dame un momento, te has manchado así que no te muevas.- Tomé su rostro entre mis manos y lo acerqué peligrosamente hacia mí para retirar el poco de salsa, aunque eso quedó a un lado cuando él me beso, terminó la separación que había entre él y yo, y unió sus labios con los míos de una vez por todas.

El beso fue intenso, justo como a mí me gustaban que fuera y como habían sido desde un principio, el aire empezó a faltar en nuestros pulmones obligándonos a separarnos para llenarnos de este.

-Creo que hay algo más bueno en este lugar que la pasta y la lasaña juntos.- Lanzó una coqueta mirada hacia mí, misma que no pase desapercibida.

||+⑱ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| 𝐹𝑈𝐶𝐾𝐼𝑁𝐺 𝐿𝑂𝑉𝐸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora