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〖𝓐𝓭𝓻𝓲𝓮𝓷〗

Una semana, una jodida semana y Marinette no se levantaba aún de esa puta cama, ni siquiera había una mínima reacción de parte de ella.

Yo me la pasaba en ese lugar, prácticamente esa habitación de hospital se había vuelto mía y de Marinette. Los gemelos aún seguían en la incubadora y eso seguiría así por un buen tiempo más, debido al nacimiento prematuro que tuvieron.

Limpiaba sus brazos con un trozo de gasa y agua para que estuviera cómoda, mi estómago empezó a gruñir por la necesidad de comida, casi no había ingerido nada en el día por estar al pendiente de Marinette, mientras que sus padre, mi madre y Félix se encontraban al pendiente de los gemelos.

Me pare de la silla para ir a la cafetería por un café y algún sandwich para aplacar mi hambre, al salir de la habitación cerré esta misma y me dirigí al otro extremo del hospital.

Al llegar al lugar me forme en una pequeña fila que había, avanzaba lento y eso en serio que me desesperaba, quería llegar lo más rápido posible con Marinette por si había alguna novedad o ella despertaba del coma en el que estaba sumida.

Tan atento estaba en mis pensamientos que no me dí cuenta del momento en el que mi turno había llegado en la fila.

-Señor... Señor.- Habló la mujer frente a mí.

-¿Eh?... Perdón, me podría dar un café negro sin azúcar y un sándwich, por favor.- Pedí con voz neutra, no tenía cabeza para nada.

-En un momento se lo entrego.- La mujer pareció buscar lo que pedí en unos estantes atrás de ella.-Aquí está el sándwich.- Me lo entrego en las manos, y se retiró a preparar el café para luego volver a mí con un vaso en manos.-Y aquí su café.

-Gracias.- Después de agradecer me dispuse a sacar un billete de 20€ para pagar pero la voz de la mujer me detuvo.

-No es necesario, yo invito.- Sonrió después de decir eso.-¿Tienes novia?.- Preguntó.

-No.- Dejé el billete en la barra de la cafetería.-Pero si tengo esposa y dos hijos que me esperan.- Tomé las cosas en mis manos y me retiré de ahí sin decir ni una palabra más.

Camine de vuelta a la habitación mientras bebía un poco del contenido amargo del vaso, fue una sensación grata del café pasando por mi garganta, esa calidez .

Llegué cerca de la habitación y me alarme en cuanto observé la puerta de la habitación abierta, corrí hasta ahí y en el momento que estuve dentro del lugar mi café resbaló desde mis manos hasta que se estampó contra el piso y se hizo un completo desastre. Por mero instinto miré primero la cama y estaba vacía, las sábanas estaban desordenadas, el miedo invadio todo mi cuerpo al no verla postrada ahí.

De inmediato presione el botón que se encontraba a lado de la cama para asistencia y un enfermero llegó a la habitación después de eso.

-¡¿Donde se encuentra Marinette?!.- Pregunté en cuanto lo ví.

-Yo...

-¿Tú qué?, ¡Habla joder!.- Grite alterado.

-No sé en dónde se encuentra... Nadie ha avisado sobre algún cambio de la señorita.

-¡Carajo!.- Salí de la habitación como alma que lleva el diablo.

«¿Dónde se encontraba Marinette sino estaba en la habitación?»

Camine por todos lados del piso, la busque pasillo por pasillo y no la encontraba en ningún lugar, el único lugar en el que me faltaba buscar era en el área de cuneros.

||+⑱ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| 𝐹𝑈𝐶𝐾𝐼𝑁𝐺 𝐿𝑂𝑉𝐸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora