||+⑱ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| 𝐹𝑈𝐶𝐾𝐼𝑁𝐺 𝐿𝑂𝑉𝐸

⓿❾

【𝓜𝓪𝓻𝓲𝓷𝓮𝓽𝓽𝓮】

Siendo sincera conmigo misma, no sé qué rayos estaba haciendo o el porqué es que había actuado así con Adrien tan repentinamente, tenía un sentimiento de culpa asentado dentro de mi pecho por haberle dado esa bofetada, pero cuando dijo aquellas palabras que detonaron algo desconocido en mí no pude medir mis acciones, escuchar eso de "Entrégate a mi, el papel de santa no te queda cuando ya sé de lo que eres capaz en la cama" me hizo sonar como una fácil y sinceramente estaba empezando a creerlo.

Me sentía tan idiota y estúpida por haber accedido así porqué sí, prácticamente me entregué a el sin objeción ni miramientos, y ya sabía que no había ni habrá ningún tipo de afecto en el sexo que tenemos, eso me ha quedado más que claro y pensar eso hace que me sienta extremadamente extraña de cierta forma.

Sin más preámbulo empecé a caminar por las calles en dirección a mi departamento, la noche empezaba a caer y poco a poco el sol iba ocultándose, dándole paso a que la luz de la luna llena que había ese día bañara por completo la ciudad, parejas caminaban agarrados de las manos y por un momento deseé que hubiera tan solo una mínima posibilidad de algún día estar así con él, de estar tomados compartiendo momentos a lado de Adrien, reír, ser felices y todas esas tantas cosas que se hacen en compañía de tu pareja solo que ahí estaba el punto, el no era nada mío, no era mi pareja y creo que tampoco encajaría el concepto de "amigo" así que solo podría llamarlo un simple "conocido".

Sin darme siquiera cuenta del lugar en el que estaba parada llegue al departamento, no tardando en subir el elevador y marcar el botón a la planta que me correspondía, al llegar salí al amplio y largo pasillo viendo al instante un figura de cabellera dorada que yacía justo frente a la puerta del departamento.

La reconocí de inmediato, aquella fina y delgada figura era Chloé, apresure un poco mis pasos para llegar por fin hasta donde se encontraba ella.

-¿Chloé?.- Apenas y dije que ella se volteó a mí, viéndome directo con ese par de ojos celeste que tenía.

-¡Hey Marinette!.- Me abrazó, algo que es muy normal en ella pero de cierto modo me había sorprendido a mí sin saber la razón exacta.-Te llamé y no contestabas entonces después del trabajo se me ocurrió pasar a verte y tener una... ¿Noche de chicas?

«¡Mierda, olvide el móvil en casa de Adrien!»

-Lo siento, he olvidado el teléfono con un compañero, y bueno lo otro estaría estupendo.- La idea que Chloé me había presentado me sorprendió un poco.

-Genial.- Festejó y yo introducí la llave en la cerradura de la puerta para abrirla.

Las dos entramos a la sala, ella por su parte dejo un par de cosas que traía en la mesa del centro.

-¿Qué es lo que traes en las bolsas?.- Pregunté.

-Lo básico ya sabes, unas latas de cerveza, una que otra fritura.

-Oh...

-Sí bueno, entonces bebamos.

-Chloé es temprano para que bebamos además mañana tengo que pasar a ayudar a la cafetería.- Me expliqué, nada bueno salía de eso cuando el alcohol se encontraba en mi organismo.

-Vamos Marinette, no seas una aguafiestas, además tú casi nunca bebes.

-Y eso debería darte una pista de que no me llevo muy bien que digamos con el alcohol.- La interrumpí pero no pasó mucho tiempo que ella me respondió.

-Dí que sí, una al año no hace daño.

-Chloé yo no...

-Sí, sí, sí...- Unió sus manos frente a mi para convencerme.

-Solo una y ya.- Me rendí.

-Una y ya, lo prometo.- De alguna manera sabía que eso no iba a ser del todo cierto.

•°•°•

Una, dos, tres y después de ese último número había perdido la cuenta de cuantas latas de cerveza había tomado ya.

-¿Por qué tiene que gustarme?.- Apenas pensaba lo que salía de mi boca.

-¿Quién?, ¿El chico con el que te has enrollado?.- Preguntaba Chloé.

-Sí...- Respondí, dudando en si debía decir lo siguiente o no.-Él me ha dejado bien en claro las cosas y por como lo pinta creo que preferiría morirse a tener una relación conmigo.

-Esta claro que los dos se gustan, solo que a mí parecer él no quiere admitirlo.- Sonrió de una forma que su sonrisa parecía falsa o por lo menos forzada.-¿Recuerdas a Nathaniel?

-¿Tú primer novio?, ¿El pelirrojo?.- Dije tratando de recordar.

-Sí... Él.- Murmuró en un tono más bajo y de un segundo a otro su semblante cambio por completo.

-¿Qué pasa con eso?

-Bueno...- Respiró hondo y al segundo exhaló el aire con el que había llenado sus pulmones.-Lo que tú estás pasando con ese chico me recuerda mucho a lo que yo viví con él.- Se detuvo por un rato mientras centraba su mirada en la lata que sostenía entre sus manos.-Sí, él y yo nos queríamos y mucho, aún recuerdo perfectamente todas aquellas veces que me lo repitió hasta quedarme dormida entre sus brazos.- Una lágrima escapó de sus ojos y recorrió toda la extensión de su mejilla.-Su voz se volvió como una dulce melodía que no podía dejar de escuchar, una y otra vez sin parar.- Tomó aire de nuevo.-Sin embargo lo nuestro no pudo ser, y no me mal entiendas con esto no quiero decir que mi situación se va a repetir contigo pero si debo mencionarte una cosa, una que es importante que sepas.- Tiró una de mis manos y la unió con la suya.-Hay personas que se atraen, que se quieren y hasta dicen armarse pero que simplemente no están destinadas a estar uno a lado del otro.

-Sí, lo sé.- La miré directo a la cara.-Solo que ahí está la cuestión, él no es nada mío.- Respiré.-Tú y él eran novios, él y yo solo follamos.- Y aunque me doliera y costará admitirlo así era el asunto.

Estaba a punto de decir algo pero un toque en la puerta nos hizo interrumpir la plática y virar el rostro hacia la puerta de entrada, me apresure y empecé a caminar en esa dirección, al abrir la puerta me lleve una gran sorpresa al verlo ahí plantado, él era la última persona que esperaría ver.

-Adrien... ¿Qué haces aquí?.- Su rostro se veía tan tranquilo, tan apacible, por un momento quise besarlo y continuar lo que estábamos haciendo en su departamento pero los recuerdos de lo que sucedió después me frenaron al igual que la presencia de Chloe.

-Yo...- Llevó una de sus manos a su nuca.-Quería traerte esto, lo olvidaste conmigo y pensé que lo necesitarías.

-Gracias de igual forma no te hubieras molestado.- Sus ojos se cruzaron con los míos.

-En realidad no solo es eso, también creo que te debo una disculpa.- Expulsó parte de su aliento.-Lo siento, la fastidie contigo hace rato, y bueno me pase de la raya.

«Okey, ¡¿Que estaba pasando aquí?!»

-Creo que debo irme, solo quería de ir eso, descansa.- Caminó el largo pasillo hacia el elevador.

Yo por otro lado, me quedé sorprendida.