||+⑱ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| 𝐹𝑈𝐶𝐾𝐼𝑁𝐺 𝐿𝑂𝑉𝐸

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〖𝓐𝓭𝓻𝓲𝓮𝓷〗

Comprendía a la perfección lo que Marinette me decía y es que el único culpable de la actual situación por la que la estaba haciendo pasar era yo.

Tenía toda la razón en decir que cuando estaba conmigo siempre salía herida por qué eso se había demostrado en varias ocasiones.

-Dame una oportunidad, es lo único que pido.- Dije de una vez por todas.

-Hace tiempo que te dí la oportunidad que tanto anhelas ahora, y yo pensé que podría estar contigo y aguantarlo todo pero no fue así...- Cada palabra salida de los labios de Marinette eran como cuchillos que se enterraban en mí.

-Créeme que quiero amarte pero sé que no debería ser así, quiero sacarte de mi cabeza, de mi corazón pero no puedo y sé también que si pudiera hacerlo todo de nuevo, sé que volvería contigo pero cuando estoy contigo solo salgo herida.- Escuchar lo último de alguna forma era como un poco de consuelo y a su vez me hacía feliz.

Tantas posibles escenarios que podrían ocurrir en el futuro me aterraba, simplemente no me hacía a la idea de un futuro sin estar junto a Marinette y ese pequeño que se encontraba creciendo dentro de ella.

«¿Qué debería hacer uno cuando está en un momento tan difícil como este?»

Caminé hacia ella con los brazos abiertos, la abracé en un vago intento de sentirla más cerca de mí y ella guardó su rostro en el espacio de mi hombro y cuello, sus ojos estaban bañados en cristalinas gotas, sus manos se aferraban a los costados de mi camisa.

-Tu podrás estar cerca del bebé si eso es lo que quieres, no te voy a quitar el derecho de verlo pero yo por ahora quiero encontrarme a mí.- Besó mi mejilla, se separé de mi y limpió el rastro de lágrimas que quedaban en su rostro, pero aún más en sus ojos.-Espero y lo entiendas.

-Lo hago, te hice daño y no sabes cuánto me arrepiento de eso Mari.

Un carraspeo se escucho e inmediatamente ella y yo dirigimos la mirada al origen del sonido.

-Apenas íbamos a cenar los padres de Marinette, ella y yo... ¿Te quedas tú también muchacho?.

-Yo... No debería, había venido a Normandía para hablar con Marinette y bueno, ya lo he hecho.- Hice una breve pausa.-De verdad solo necesito que llamen a una grúa y eso es todo.

-Nada de eso, eres bienvenido aquí además aunque llamemos a la grúa dudo que vengan por la tormenta que está cayendo afuera y también necesitas un techo bajo el que dormir.

-Pensaba en quedarme en un hotel o...

-Aquí es un pueblo pequeño y la verdad es que los pocos hoteles que habían ya han cerrado por quedar en bancarrota así que dudo que encuentres uno cerca.- Prosiguió la señora.

-Tambien podría ir a visitar a mi hermano que vive por aquí, sirve que lo veo después de mucho tiempo...

-Bueno, aquí no hay mucho espacio pero supongo que no te será incómodo dormir en el mismo cuarto que mi pequeña Nette.

-Yo... No sé que decir... Digo, ¡Gracias!.

-No hay porqué, ten en cuenta de que ya es como si fueras de la familia Adrien.