Capítulo # 60

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Una lechuza real entró al salón Azul de la Mansión Malfoy, Narcisa acarició su suave pelaje mientras tomaba el pequeño pergamino. Luego de darle un dulce, el ave levantó su vuelo.

- Draco, hijo me ausentaré después de las 4 pm - explicó Cissa entrando a su despacho - tenemos una reunión del Círculo Rojo y Verde, me imagino que veré ahí a Hermione ¿Quieres que le dé algún recado?

- No, mamá no te preocupes - yo iré a su casa a buscarla, siento una inquietud muy fuerte en el pecho y debo cerciorarme que ella esté bien.

- Te entiendo hijo, ve tranquilo y cuídate mucho.

El rubio se acercó a la chimenea y tomando polvos flu dijo fuerte y decidido - casa de Hermione Granger.

Harry al fin encontró la entrada del mortifago, había roto una de las ventanas principales con una gran piedra, no pudo notarlo antes porque estaba cubierta por unas largas cortinas color dorado.

Hizo el seguimiento de los movimientos de Davis, con cintas amarillas, tal como lo hacia la policía muggle.

Encontró varias huellas, que recogió con cintas especiales para no perder nada, pero lo que más le sorprendió fue hallar varias huellas de zapato en la escena. Estaba recogiendo las con mucho cuidado cuando las llamas verdes de la chimenea alertaba de un nuevo visitante.

- Hermione, amor mío ¿Cómo estás? - preguntó el rubio al entrar al salón.

- Ocupado, Malfoy - respondió Harry fingiendo la voz ¡Qué cursi, hurón!

- No me hizo gracia, cegaton - gruñó Draco en respuesta ¿Y se puede saber que haces tú aquí y dónde está Hermione?

- Luego te lo cuento, Draco - refutó Harry - si quieres saber dónde está tu novia te aconsejo hables con Blaise y vete ya porque Ron esta enojado no vaya a ser que regrese y te vea aquí.

- Yo no le tengo miedo a ese cobarde - gruñó Draco - a la primera que moleste a mi novia lo masacro.

- No lo dudo, pero vete ya

Draco suspiró cansado, tomo los polvos y se fue de mala gana a ver a Blaise.

Apenas entró por la chimenea, el rubio empezó a gritar como un loco - Hermione... Hermione ¿Dónde estás? ¿Por qué tanto misterio?

Taty se acercó a Draco preocupada exclamó - ¡Por favor tranquilicese amo Draco! - ya le aviso a mi amo que usted está aquí, desapareciendo en un plop.

Por la incomodidad y la humedad en la que se habían dormido, Blaise y su esposa despertaron.

Ginny salió cubriéndose con una toalla, salió del tocador encontrándose a Taty llorosa mientras se apretaba las manos.

- ¿Qué te pasa, por qué lloras?

-Mi señora por favor baje a hablar con el amo Draco que está abajo, dando gritos como un loco, temo que asuste a los amitos.

- ¿Dónde están mis hijos?

- Viendo gente extraña en ese aparato sin magia.

- ¡Qué bueno! - exclamó más tranquila Ginebra - tranquila ya bajo a atenderlo.

- No te preocupes, mi pelirroja de fuego, lo haré yo - respondió Blaise abrazándola por la espalda.

Su moreno esposo ya estaba vestido y bajó.

- Buenas tardes, Draco ¿Cómo estás? ¿A qué debo el honor de tu visita?

- Dejate de adefesios y dime de una vez ¿Qué es lo que está pasando? - llegó a casa de mi novia y lo encuentro a Potter marcando líneas cruzadas con esa cinta amarilla como si fuera un capítulo de CSI. - y ella desaparecida.

- Bueno algo de eso hay - dijo Blaise suspirando - vamos a mi despacho para contarte todo.

Al terminar de explicar lo acontecido esa mañana, Blaise le dijo - calmate no vayas a hacer ninguna tontería, recuerda que aún siguen casados - en tal caso esperate hasta el viernes que viene y yo mismo te consigo al detective para que le siga los pasos a esa loca. No se que tienes tú... Siempre has sido un imán para ese tipo de mujeres.

-No te pases, Blaise que Hermione no es así - refutó Draco - quiero verla, llévame con ella.

- Llevanos - se escuchó la voz de Ginny a la distancia.



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