Eternal Flame

Capítulo # 48

- ¿Lista, mi amor? - preguntó Blaise tan galante como siempre a su pelirroja de fuego que iba bajando las escaleras.

- Si, mi chocolatito - respondió Ginny con una pícara sonrisa.

Blaise río mostrando sus blancos dientes mientras leía la pervertida mente de su mujer - sé lo que tu mente pecaminosa está deseando, pero primero cerremos este negocio y luego nos podemos escapar por ahí...

En el Grand London Stadium, estaban las Arpias de Holyhead entrenando para su próximo partido con las Applebay.

Ginny pasó por ahí, quería disfrutar de la práctica por última vez... Subio a su palco, siendo vigilada a lo lejos por su marido, quien le dio su espacio, sabía que ella necesitaba ese tiempo de remembranza.

Fueron 12 largos años llenos de victorias, más que de fracasos los que compartieron, sus giras nacionales y mundiales que lo convirtieron en un padre y marido responsable, prácticamente había criado a sus hijos, sus tesoros más preciados, pero ahora era tiempo que ellos compartieran ese tiempo perdido con su madre.

Allí se quedó Ginny Zabini recordando los últimos 12 años vividos allí, el día de su contratación, la primera gira mundial, las caras tristes de sus pequeños hijos cuando se iba, y los gritos de emoción cuando ella volvía... Pudo ver al fin la sensación de abandono en los ojos grises de su amado Alexander,  así que sin darle más largas al asunto se puso de pie, para dirigirse a las oficinas administrativas y finiquitar el asunto.

Pero cierta cazadora, que noto su extraña actitud la vigilaba de lejos.  Amanda Fletcher bajó de su práctica y con la escoba en la mano la siguió atrás.

- Cuñadita de mi corazón, llegas tarde a la práctica de hoy - dijo Amanda con su voz de  hipócrita - y de civil... ¿Dónde dejaste tu uniforme?

- En casa, zorra - respondió la pelirroja entre dientes - no soy como tú que se desnuda con cualquiera.

- Pero cuñadita, no sé de que me estás acusando - dijo la Sly - te recuerdo que yo vivo con Ronald - y es en nuestro departamento que tengo mis uniformes.

Ginebra se volteó quedando frente a ella y a paso apresurado la guió hasta los camerinos, una vez allí, le soltó una fuerte cachetada en el rostro.

Amanda se tomó su mejilla y la miró entre enojada y resentida - ¿Y a ti qué te pasa? - le preguntó

- ¿Tienes el cinismo de  preguntarme? ¡Eres una zorra! - grito la pelirroja enojada - como pudiste permitir que Smith te comiera en aquel mezon, mientras mi hermano practicaba en la cancha.

-¡Hasta cuando te cansaras de burlarte de él! - volvió a gritar Ginny - si no lo quieres, dejalo... por Merlín, es un héroe de guerra, hay muchos otros con los que te puedes entretener.

Ginny le apuntó con la varita en la frente - deja de estar gritando a los cuatro vientos... Que estas enamorada de Draco Malfoy - dijo.

- El rubio ya tiene dueña - Ginny dijo muy cerca de su rostro - dudo que a ella le agrade que te le estés ofreciendo en la calle diagon.

- ¿Así y quien es ella? - preguntó Amanda curiosa - más que seguro es una sangre pura francesa y cuyas arcas rebosan de galeones - hasta donde recuerdo Draco pregonaba, que era uno de los sagrados 28 y que era una aberración mezclar su sangre con un traídor, mestizo o sangre sucia.

- Ese del que hablas, era el Draco de 17 años, ahora el adulto piensa lo contrario - aseveró la pelirroja, pero no te diré quien es la afortunada - porque sé que pronto lo sabrás tú sola - y será mi tiempo de burlarme de ti por tus estupideces.

La Pelirroja se alejo de Amanda, lo más rápido que pudo, para dirigirse a la administración de su equipo.

Al abrir la puerta de la oficina de Devon McNight, Director del Equipo de las Arpias de Honydeal, se encontró allí con su chocolatito, quien tenía cara de pocos amigos.

Ginny movió su cuello de un lado para otro, necesitaba desestresarse para lo que venía a continuación, McNight era un desgraciado multimillonario, que odiaba perder.

- Ginny, querida - dijo el moreno ¿Cómo estas? - aquí estamos tu marido y yo negociando tu salida, recuerda que tu contrato es por 15 años, y aún falta 3.

- ¿15 años? - preguntó Ginny sorprendida - qué yo recuerde se renova cada 6 años, en el mes de Enero y estamos en Diciembre.

- Por lo que veo quieres dinero - refutó la pelirroja tomando de la mano a su marido - llevaré la copia de mi contrato original al Ministerio y veremos quien de los dos sale ganando más. Ambos salieron de esa oficina dejando a un  Devon molesto.