Capítulo # 85

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Harry sacó de entre sus ropas un juego de guantes quirúrgicos para revisar el cuerpo, mientras Mewlin cercaba la zona con la cinta amarilla, recabando pistas sobre el posible atacante. 

Al cabo de unos minutos la ambulancia muggle llegaba para ayudarlos a llevar el cadáver, se acercaron a los aurores metiendo el cuerpo en una gran bolsa negra y cerrando el cierre. 

-¡Auror Potter! - exclamó el detective Tutuola encargado ¿Es suyo o de los nuestros? - preguntó serio. 

-Es nuestro - suspiró Harry - y de los malos que afortunadamente quedan pocos. Mewlin subió a la ambulancia sentándose junto al conductor, mientras ellos subían junto al cadáver y el auxiliar en la parte de atrás. 

Al cabo de unos minutos llegaron al punto de aparición, Harry y Mewlin tomaron la bolsa y desaparecieron. Tutuola suspiró cansado. 

En la morgue de San Mungo los esperaba Theo junto a la medíbruja forense, de apellido Mitchell para revisar el cadáver

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En la morgue de San Mungo los esperaba Theo junto a la medíbruja forense, de apellido Mitchell para revisar el cadáver. 

Reviso minuciosamente el rostro deforme del mortifago, los rastros de pólvora que habían quemado aquí y allá, así como sus manos, pero algo no encajaba. 

A pesar que no había huellas dactilares de su atacante en su cuerpo, la pólvora en sus manos no delataba un suicidio, y eso la tenía incómoda.

Theo noto como fruncia el ceño, cada vez que revisaba el cadáver ¿Qué te pasa? - preguntó su jefe preocupado. 

Esto no fue un suicidio, los suicidas juegan con el arma antes de tomar la fatal decisión, dejando rastros de pólvora por todo su cuerpo, pero Davis sólo tiene mínimas partículas en sus dedos. 

Es más estoy segura que recibió una maldición Imperius para que solo se quite la vida. 

Pero tiene quemaduras y cortes profundos en sus extremidades - refutó Theo extrañado, pero no recibimos informes del uso de su varita o de alguien más. 

Son postmortem, jefe - aseguró Mitchell - la sangre ya estaba coagulada cuando lo hicieron, fueron hechas para despistar 

Al voltear el cadáver, el cráneo destrozado provocó arcadas en Theo, quien corrió a uno de los lavabos para vaciar su estómago. 

Mitchell movía su cabeza de un lado a otro suspirando - Jefe debería tomar un baño antes de regresar a su casa, dudo que su esposa embarazada lo resista cerca suyo. 

Theo la fulmino con la mirada. Aunque sabía que tenía razón, no le dijo nada. 

La Medibruja siguió con la autopsia, para entregar el informe completo para sus jefes. 

-¡Al fin en casa! - exclamó Hermione inocente de lo que acontecía cerca de ella

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-¡Al fin en casa! - exclamó Hermione inocente de lo que acontecía cerca de ella. Prendió la luz del salón. Unos minutos después entraban por la chimenea, James y Louis, sus custodios. 

El castaño transformó uno de sus amados sillones en una cómoda cama, descansa Louis - le ordenó, yo haré la primera guardia. 

-Siempre tan protector con tus primos, James - aseveró Hermione saliendo de la cocina con un jarro de café bien cargado. 

-Y usted tan certera, tía - respondió el castaño con una sonrisa de agradecimiento - vaya a descansar, mañana será otro día. 

Hermione lo miró agradecida, entró a su habitación se desnudo, necesitaba un baño caliente y un sueño reparador.

Eternal FlameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora