Capítulo 23: Alderin

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Perdón por la ausencia. Limberem regresó. ¡No olvides votar y comentar! Tus comentarios me ayudan mucho.

Capítulo dedicado a mis chicas del grupo de Lectoras. Que esperaron con ansias que volviera a escribir.

•Relevancia•

Trataba de entender todas estas emociones dentro de mí sistema. Nos habíamos detenido a comer hamburguesas con patatas fritas. Austin y Logan me habían extrañado tanto como yo los había extrañado a ellos.

Elian organizó esto demasiado rápido. Les costeó el viaje y todo lo que ellos pudiesen necesitar. Vería un musical a lado de mis amigos, y a lado de la persona que se había robado parte de mi ser.

—Adoro como se te ve ese mechón. Terroncito tenemos que hacernos uno
igual—. Le mencionó el castaño al pelinegro.

«Si supieran que estuve a punto de morir»

Negué con la cabeza tratando de borrar esos malos recuerdos, pero habían pasado apenas hace unos días, y aún así, parecía irreal.

Mañana saldríamos de viaje hacia casa. Elián me preguntó si deseaba hacerlo por portal o en un viaje normal. Amaba aquello que la magia podía darme, pero yo, no era completamente de ese mundo. Así que elegí viajar.

Una vez terminamos de comer nos dirigimos de vuelta a las habitaciones. Para arreglarnos y volver a donde sería la función de la obra musical por la noche.

Mi mente no dejaba de darle vueltas a los últimos acontecimientos, una parte de mi tenía la necesidad de sentarse un rato y pensar. Otra, solo quería salir allí y disfrutar.

Después de una ducha me coloqué el vestido verde de tela suave. Me sentía cómoda y linda en el. Agregué unas mayas de color negro, botines oscuros. Me hice una coleta alta dejando dos mechones a los lados sueltos.

Hace algunos años pensaría que estuve a borde del abismo, a borde de perder cualquier pizca de esperanza.

Algo que aprendí de toda mi miseria es que, nosotros mismos somos esperanza.

—Definitivamente bonita te queda corto—. Me giré sonriendo suavemente. Elián siempre lucía bien, a pesar de tener tantos años. Sus finas  facciones lo hacían ver de no más un joven de veinticinco años.

Sonreí de lado algo melancólica, hubiese deseado que mamá estuviera conmigo.

—Hey, ¿por qué esa carita triste?—. El pligris se acercó acariciando mi rostro.

—No es nada, extraño a papá.

—Lo verás muy pronto. Adoro verte sonreír así que no te pongas triste Alderin.

Luces, música, flores.

Era lo que alcanzaba a apreciar. Recién nos habías estacionado, estaba lleno de familias y personas buscando sus lugares, corriendo por bebidas o simplemente grabando todo recuerdo para sus redes sociales.

—Bien chicos, la foto del recuerdo—. Austin sacó su móvil listo para tomar cuánta fotografía pudiese.

«Seguramente las va a presumir»

—Deja que nuestros ex compañeros de secundaria se mueran de la envidia. Mientras estudian en la universidad nos divertimos acá— Caturreó mordiéndose el labio inferior.

— También deberías hacer lo mismo Alde. Veronica y las zorras que te molestaban morirían de la envidia.

Le lancé una mirada de molestia a Austin la cual entendió y dejó de tomar fotografías.

—¿De qué chicas habla?— Me regresó Elián.

—Nada, juegos de niñas. Pero ya pasó, anda hay que divertirnos—. Mi lobo entrecerró los ojos asintiendo a duras penas.

Nos acomodamos en nuestros lugares.
Para disfrutar del espectáculo.

•Cinco años más tarde. En algún lugar del espacio dimensional•

—Elian, ¿Por qué Ikender se miraba tan angustiado?

— Tenemos que reunirnos en el castillo del Alpha Christopher. Empaca tus cosas y las de...

—¡No hasta que me digas que rayos está pasando!

—Él despertó. Y en cuanto llegué aquí destruirá no solo a la tierra. Si no toda la galaxia.

«No es posible»



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Parte uno del maratón de tres mini capítulos.

En unas horas más subiré los siguientes.


El aullido del Alpha (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora