Capítulo 18: Alderin

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•Visiones.

A veces pasamos por situaciones en las que decimos, ¡Wow!, Porque son cosas impresionantes que nos sacan completamente de la rutina. Al despertar lo primero que vi fue el rostro del hombre que adoraba con el alma entera.  Fruncí el ceño al notar un mechón de su cabello teñido de negro. Levanté la mano heredando las fibras de sus cabellos en mis dedos.

—¿Y esto?—. Mi voz sonaba ronca y sentía la garganta bastante seca.

—Te dí un poco del brillo de Luna, el mismo por el cual late mi corazón.

Sonreí de lado. Era cierto, me señaló un nuevo mechón en mí, del color de la plata, del color del brillo de la luna. El mismo que le daba fuerza vital a Elián.

—¿Cuánto tiempo he estado dormida?

— Un para de horas. Necesitas descansar. Todo terminó bonita. No tienes porque preocuparte— Asentí con la cabeza. El lobo me tendió un vaso de agua el cual no dudé en beber por completo.

—¿Y ahora?, ¿Qué pasará?

—En un par de días volveremos a la mansión del Alpha Ikender. Pero solo será para dejar unas cuantas órdenes sobre el orden de la manada Deep Shein— Me incorporé un poco sobre la cama quedando frente a frente.

—¿Órdenes?

—Así es, te debo muchos momentos felices y tranquilos así que, tú y yo nos iremos de vacaciones, y no te preocupes, puedes traer a tu coneja—. Abrí mi boca con asombro. La emoción me estaba carcomiendo.

—Eso es, genial, te lo agradezco demasiado. De hecho quería preguntar si antes podía visitar a Logan y Austin. Extraño mucho a los chicos— Comenté bajando la cabeza. No quería que ellos pensaran que los había olvidado. O incluso que ya no tenía interés en hablarles.

—Podemos hacer una parada en Canadá, estoy seguro que a tu padre le .gustará verte—. Esto me puso aún más feliz, me acerqué rodeando mis brazos alrededor de su espalda.

Justo en ese preciso momento a mi estómago se le ocurrió gruñir fuertemente.

«Que vergüenza»

Elián río poniéndose de pie. —Te traeré algo de comer, no quiero a una Luna gruñona por tener hambre—. Me crucé de brazos algo dramática.

—Yo no soy gruñona. No sé de qué hablas— Hice un ademán de estar ofendida lo cual solo provocó que el peligris riera aun más.

Una vez salió de la habitación lancé un largo suspiro. Tenía un poco de frío, el vestido que traía puesto era algo delgado y corto, esperaba que hubiese sido Amara quien me cambió de ropa. Levanté un poco más la frazada para tratar de darme calor.
No me sentía exactamente normal o bien, la cabeza me dolía un poco, mientras que notaba lagunas extremidades entumidas.

Tocaron la puerta, Elián no huneise tocado.
—Adelante— La Beta de Hirok, Yiomara, entró con algunas prendas en sus brazos.

—Hola Luna, traje algunas cosas que quizá podría necesitar. Creo que Amara guardó sus pertenencias.

—Te lo agradezco, la verdad tengo algo de frío— La chica de cabellos cortos me tendió una sudadera gris. No dudé en ponermela.

—Este lugar es algo...

—¿Tétrico? — Me robó la palabra de la cabeza.

—Bueno no diría tétrico, si no algo, ¿Falto de color?— Sonreí. La chica río asintiendo con la cabeza.

—Bueno, la carne es deliciosa así que eso lo recompensa. Tienes un espíritu único— Comentó luego de unos segundos en silencio.

—¿Espíritu Único?

El aullido del Alpha (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora