Capítulo 27: Alderin.

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Capítulo 27:
LA CAÍDA PARTE DOS.

Me sentía tranquila recostada en su pecho. La piel de Elián era muy suave, pálida más que nada.

—Si no fueras hombre lobo pensaría que tienes más pinta de vampiro—. Murmuré bromeando viéndolo a los ojos. Él se sonrió negando con la cabeza.

—No siempre fui así. ¿Quieres ver una fotografía mía de antes?—. Me incorporé lentamente. ¡Claro que quería ver una foto de él! Varias imágenes se cruzaron en mi cabeza.  El peligris se levantó y rebuscó en un cajón del enorme clóset que tenía de lado. Sacó de este un pequeño cofre de plata y lo abrió.

—Toma—. Me tendió el cofre abierto. Dentro había muchas fotografías. Abrí mis ojos impresionada, su cabello era negro, igual que sus ojos, un negro muy profundo, y su piel trigueña, más que la mía. También pude notar que no era tan delgado como ahora.

—No me preguntes, no hice dieta ni antes ni ahora—. Negué riendo dulcemente. Tomé una diferente, en esta aparecía con William y Sander. Al parecer más jóvenes.

Al cambiar un pequeño escalofrío me recorrió la espalda. Su mamá, su papá. Había una fotografía de ambos. Su madre era una mujer sin duda hermosa, alta de cabellos largos, mientras que su padre era unos diez centímetros más bajo.

—Mamá siempre le bajó el cereal a papá—. Se burló. Asentí sorprendida.

— Tu padre....— recordé lo que Daysi me contó.

—No tengo idea de donde pueda estar. La última vez mención que iría a Irlanda.

«Si supieras que está en Rusia con una nueva mujer»

—Cuando un mate...muere, el otro puede ya sabes— hice unas señas con mis manos—¿buscar a otra mujer para complementarse?—. Negó con la cabeza Frunciendo el ceño.

— Absolutamente no puede pasar. Un alma gemela es un complemento eterno. Al no estar el otro le debe amar hasta que la diosa luna decida juntarlos en la muerte.

Tragué saliva nerviosa asintiendo. Estoy segura que no tomaría para nada bien el que su padre tuviera a otra mujer. Respiro profundo levantandome de la cama. El reloj marca las ocho de la mañana, me daré una ducha he iré ha ver a papá. Unos papeles en el pequeño escritorio que Elián tiene de su lado llaman mi atención.

—¿Qué es esto?— le señalo. Él parece pensarse un momento la respuesta hasta que al final responde.

—Son unos documentos sobre leyes. Más que nada una dictadura.

—¿Dictadura?, ¿A qué te refieres?

—Me quedé pensando en lo que dijiste ayer. Mi intención siempre será protegerte aún aunque yo no esté presente—. Sus palabras causaron que los latidos de mi corazón empezaron a latir fuertemente.

—No estoy entendiendo.

—En la ley licántropa, cuando un Alpha muere, es su primogénito quien queda a cargo en la línea de sucesión. Al no haber uno de por medio. Un hermano varón debe ascender.

—Pero tú no tienes hermanos varones —. Susurré más para mí misma que para él.

—Al no tenerlos es el segundo a mando quien queda a cargo. En este caso el beta. Pero acabo de cambiar esa ley— arrugué la frente confundida.

—Si algo me llega a pasar, tu serás la nueva líder de la manada Deep shine.

Abrí mis ojos negando con la cabeza.

—No digas tonterías. Nada va a pasarte—. Se me quebró la voz en la última palabra. Él se acercó a mí y me abrazó recargando su barbilla sobre mi cabeza.

—Pase lo que pase, siempre
volveré a ti—. Una lágrima resbaló por mi mejilla.

—¿Prometes que siempre volverás a mí?

—No Alderin, no te lo prometo, te lo juro.

«Por la diosa Luna que así sea».

[...]

Más tarde estaba con papá en la sala. Él miraba un programa de citas mientras que yo revisaba algunas posibles universidades. Elián me dijo que podía volver a estudiar si así lo quería. Y moría de ganas por hacerlo.  Por ahora la idea de estudiar artes me llamaba bastante la atención.

—Buenos días—. Saludó Daysi bajando por las escaleras con una bata rosada.

«¿Será que no le gusta ningún otro color?»

—Veo que dormiste muy bien—. Reí bajo para que papá. —quien estaba muy concentrando en su programa de televisión no nos escuchará.  Y es que la loba traía un chupetón en su cuello.

—Demasiado bien— regresó con una sonrisa.

—¿Y Elián?

—Creo que está en su despacho. Acordarán traer a los lobos que faltan de Alemania. Por fin todos volverán a sus hogares.

—Me alegra mucho escuchar eso. Tengo que contarle lo de papá pero, no sé cómo lo vaya a tomar.

— ¿Contarme que?, Daysi—. Ambas miramos con nervios al Alpha.

«Mierda» mi papá nos miró y como si entendiera todo decidió perderse por la cocina.

—No lo voy a repetir dos veces. ¿Qué tienes que contarme?—. De nuevo volvía esa tensión. El tono de Elián no era para nada amable.

—Él tiene a otra mujer. Se enamoró de una humana en Rusia—. Su rostro se descompuso. Fue como si un balde de agua helada le cayera encima.

—¡¿Por qué no me lo habías dicho antes?!— gritó haciéndome sobresaltar.

—¡Porque sabía que te pondrías así!, Él merece volver a ser feliz.

—¿Feliz?, Traicionó a nuestra madre. Él no merece ser feliz. ¡Debería serle fiel toda su existencia!—. Las cosas se estaban saliendo de control.

—¡Tienes razón!, Serían feliz de no haber sido por ti. ¡Tu mataste a mi mamá!, La condenaste por años—. De pronto y como si todo fuese una mala película de terror Elián se convierte en un enorme lobo del color de la luna. Daysi hace lo mismo enfrentándose a él.

Salen de la mansión rompiendo la puerta y parte de la pared. Estoy tan impresionada y asustada al mismo tiempo que, no me permito moverme.
Corro con todas mis fuerzas tratando de llamar a Sander pero no lo encuentro por ningún lado.

Ambas bestias pelean sin freno al frente. Elián es mucho más grande que su hermana y sé que si no hago algo para detenerlos van a lastimarse.

—¡Paren por favor paren!—. Gritó pero ninguno me presta la mínima atención. Daysi muerde a Elián de su pata mientras que esté ataca su cuello.

—¡Hagan algo. Se los ordeno!— pido a los lobos que custodian la entrada más ninguno se inmuta.

«No pueden hacerlo, él es el Alpha» recuerdo.  Entonces si ellos no pueden hacerlo lo intentaré yo. Así te tenga que ponerme en medio de ambas bestias.

En cuanto se separan veo la oportunidad y lo hago. Si logro que el lobo me vea podrá detenerse. El corazón me late frenéticamente, sus ojos amarillos me ven de manera desafiante, en Bander quien tiene el control absoluto de su interior. Maldigo para mis adentros pero es demasiado tarde.

Siento como sus garras en un intento de apartarme me cortan la piel de un costado profundamente. Caigo a un lado sintiendo el horrible escozor y ardor. Gritó de dolor mientras que con la mano derecha trato de detener el sangrado. Mis sentidos se nublan, no puedo hacer nada más que concentrarme en las heridas de mi cintura. .
Gemidos de dolor salen de mi garganta. Apenas noto Daysi es la primera en volver a su forma humana acercándose a mí.

—Por la diosa Luna. Alderin—. Segundos después es empujada y ahora es a Elián que veo gritar palabras las cuales no logro definir ni entender.


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El aullido del Alpha (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora