Plan P de Perra

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No sé por qué durante la semana siguiente a la fiesta de Halloween, Alex estuvo un poco distante conmigo. Incluso faltó a las clases de teatro de esa semana, justo donde tenía planeado hablar con él. Sin embargo, pude hablar con Ariana, quien, como dije anteriormente, estaba en una banda conmigo y Alex. Le conté que tenía una fiesta el sábado y que Alex iba a ir, pero tenía miedo de que no me hable tampoco ahí.

-Nicole, sí te va a hablar -me dijo con un tono tranquilizante, como el que usan las mamás con sus hijos.

-No lo sé, tal vez se enteró de que me gusta y se asustó, o algo así.

-¿Y cómo pudo haberse enterado si solo yo sé que él te gusta?

-¡No lo sé! Estoy confundida. Además, no hay duda de que en la fiesta del sábado va a añadir a más chicas a su lista de besos, y yo ciertamente no quiero ver como eso sucede.

-Nicole... no puedo creer que te esté diciendo esto, pero tengo una idea. ¿Odias ver como todas las chicas caen a sus pies con tan solo sonreírles? ¿Odias ver como su lista de besos incrementa más rápido que la inflación en España?

-¡Sí! -exclamé con emoción-. Por cierto, esto parece un comercial, Ariana.

-Bueno, es cierto, pero igual. Sé lo que puedes hacer para que eso pare, o al menos por una noche. Mejor aún: hacer que Alex tome un poco de su propia medicina.

-Ariana, me estás asustando.

-¡Nicole, confía en mí! Sé que esto sonará extraño, pero... debes ser una perra por una noche.

-¡¿Qué?! -grité con los ojos muy abiertos.

-¡Nunca tanto, Nicole! No te estoy diciendo que debes besar a cualquier chico que pase por delante tuyo o perder la virginidad con un completo desconocido. No debes hacer nada así, solo... síguele la corriente a los chicos que se fijen en ti.

-Ariana, para que eso suceda, primero deben haber chicos que se fijen en mí.

Ariana me fulminó con la mirada y rodó los ojos en broma.

-Nicole, siempre hay chicos desesperados en las fiestas.

Ahí fui yo quien la asesinó con la vista.

-¡Es broma! -se rió, y yo hice lo mismo- Nicole, aunque no lo creas, eres bonita. Algún chico debe fijarse en ti.

-¿Por qué fijarse en mí cuando están mis amigas? Es decir, ellas son casi perfectas: son bonitas, simpáticas, graciosas, sociables... y yo estoy ahí como "¡hola!".

-¡Nicole! No te trates así. Confía en mí: varios chicos se van a acercar a ti. ¿Y sabes qué vas a hacer tú cuando coqueteen contigo?

-¿Qué?

-Vas a reírte fatuamente y jugar con tu pelo, porque esa es la forma en la que una chica acepta que están coqueteando con ella y no tiene inconvenientes con ello. Vas a hablar con todos los chicos lindos que estén cerca tuyo y vas a aceptar bailar con desconocidos... vas a hacer todo eso, pero solo cuando estés frente a Alex.

Me quedé un momento en silencio, procesando lo que me dijo Ariana y midiendo el peligro que causaría está situación a mi imagen, cuando me di cuenta de que no me importaba mucho. Lo haría, sería una perra por una noche.

***

Eran las diez y media de la noche y estaba disfrutando de mi primera fiesta pagada. En todo ese tiempo, casi siete chicos me habían sacado a bailar ("casi" porque había rechazado a uno que parecía un potencial violador) y me había asegurado de que Alex estuviese ahí cuando todo eso sucedía. Por desgracia, él se iba con sus amigos cuando los chicos me sacaban a bailar. Bueno, para ser honesta, eso no fue tan malo, ya que no vio lo mal que bailo.

Además, Alex estaba muy ocupando huyendo de Zoe, quien lo perseguía por todos lados. No sé qué le pasó a Zoe esa noche, porque no se alejó de Alex en todo ese tiempo. Para ser honesta, siempre he creído que Zoe se merece a alguien mejor que Alex y hasta ahora no entiendo por qué se avergonzaba a sí misma persiguiéndolo de esa forma.

Ah, cierto. Para mi buena suerte, Alex estuvo presente cuando tuve una muy extraña y divertida conversación con un chico, quien luego descubriría que se llamaba Noah:

-Hola, ¿cómo te llamas?

-Nicole.

-¿Nos besamos?

-Mmm... no, gracias.

Luego de todo lo sucedido, el Plan P de Perra pareció funcionar. ¿Cómo lo sé? Por tres momentos:

1) Unas horas más tarde, Zoe se cansó de ir detrás de Alex. Estaba cantando la canción que retumbaba por los parlantes de la fiesta mientras bailaba ridículamente con un grupo de amigos cuando, de pronto, sentí como un brazo rodeaba mis hombros. En seguida ví a Alex, dueño de aquel brazo, cantando la misma canción que yo a escasos centímetros de mi rostro. No pude evitar sonrojarme cuando me di cuenta de la situación, y agradecí eternamente a la oscuridad de la noche, ya que nadie notó mi momento tomatoso (si es que acaso existe esa palabra).

2) Catalina (una de mis mejores amigas) le estaba buscando alguna chica linda a Alex para que la añada a su lista de besos, pero no habían muchas, así que empezaron a mirar alrededor en busca de alguna... y justo estaba yo unos metros al frente de ellos. No sé por qué Alex se me quedó viendo raro por un buen rato, hasta que Catalina le dijo:

-Alex, esa es Nicole, ella no.

(Y yo le respondí: "¡CATALINA CÁLLATE!". No, broma).

Alex me volvió a ver como antes, solo que un poco sorprendido esta vez, pero un segundo después una chispa de diversión cruzó por sus ojos.

-¿Por qué no? -respondió con una media sonrisa mientras se acercaba a mí lentamente.

-Sí, ¿por qué no? -le seguí el juego, aproximándome a él.

Cuando ya estábamos muy cerca, nos alejamos al mismo tiempo riéndonos, pero luego él se volvió a acercar a mí... y se alejó de nuevo, porque Catalina nos estaba viendo. ¡¿Por qué Catalina?! ¡¿Por qué?!

3) Cuando la fiesta estaba por terminar, un amigo le preguntó a Alex si "quería ir a buscar chicas"... y Alex, milagrosamente, dijo que "nah".

Así que... Ariana, ¿tú me aconsejaste que sea una "perra" por una noche? Funcionó, funcionó muy bien.

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