Yo

El alcohol es peligroso

Amo a mis amigos de teatro. No los veo mucho, ya que mi "grupo oficial", por así decirlo, está compuesto por mis (ahora) cinco mejores amigas (sin contar a Ariana, porque ella es un año mayor) y yo. Mi grupo de teatro estaba conformado por cinco otros amigos y yo. Primero estaba Ariana, a quien ya conocen: mi mejor amiga y quien empezó con todo el tema de Alex. Luego estaba Lucy, una chica de mi colegio que no se juntaba conmigo durante clases porque no pertenecía a mismo grupo que yo, pero aún así éramos muy buenas amigas. De hecho, éramos totalmente contrarias en personalidad, pero eso no impedía que nos lleváramos tan bien. Después estaban los hermanos Thomas y Austin, quienes también estudiaban en mi colegio y pude conocer solo a través de las sagradas clases de teatro de los veranos. Por más que sean hermanos, eran muy diferentes entre sí. Thomas, el mayor, era extrovertido y siempre hacía bromas. Además de eso, era de ese tipo de persona que te apoya y escucha cuando lo necesitas. Austin, por su parte, era más serio... hasta que entraba en confianza. En resumen, se convertía en una máquina-usa-sarcasmo, lo utilizaba de manera graciosa e ingeniosa a la vez. Por último estaba Derek, mi mejor amigo, pero distinto al "mejor amigo" que era Alex para mí. Con Derek era distinto, confiaba muchísimo en él y sentía que era casi mi hermano. Él, a diferencia de los demás, no estaba en mi colegio, por lo cual casi nunca lo veía y siempre lo extrañaba un poco más que al resto cuando las clases de teatro llegaban a su fin. Nuestra relación de amistad era envidiable, éramos tan unidos que incluso decíamos ser amantes en plan de broma. Él sabía todo sobre mi vida y yo, todo sobre la suya. La mejor parte era que ambos sabíamos que lo nuestro era ser solo amigos y que eso nunca cambiaría, lo cual me parecía genial.

En fin, era el cumpleaños de Tiare, una ex-compañera nuestra de teatro, y nos había invitado a su fiesta. Fue mi primera fiesta con gente que no conocía para nada, ya que Tiare nunca me había presentado a alguno de sus amigos. Al comienzo me sentí incómoda, pero luego me limité a estar solo con mis amigos de teatro y todo mejoró notablemente. En serio me estaba divirtiendo, los había extrañado mucho y sabía que debía aprovechar cada momento con ellos porque casi nunca los veía. Y de pronto, un pequeño detalle cambió todo el rumbo del resto de aquella noche: había una botella de ron y otra de vodka sobre una mesa cerca a nosotros.

–¿Hay que jugar un juego? –sugirió Derek, señalando las botellas de la mesa.

Yo nunca había bebido alcohol (era una santa y con orgullo), pero la oferta sonaba tentadora. Es decir, eran mis amigos de teatro, por favor. ¿Verlos a ellos ebrios? Oh, Dios. ¿Ver a Derek ebrio? Eso era algo que solo pasaba una vez en la vida, era imperativo que sucediese y que yo fuese testigo de ello. Todos terminamos aceptando la propuesta y así empezamos con las rondas de "Yo nunca"*.

–¡Yo nunca he besado a alguien! –exclamó Derek. Ariana, Tiare, Thomas y él tomaron un trago de ron con Coca-Cola.

–¡Yo nunca he tomado alcohol! –declaró Thomas, y todos dieron un sorbo a sus bebidas menos yo.

–Chicos, deben estar bromeando –reproché con una risa–. Ok... yo nunca... eh... ¿yo nunca me he ido de viaje?

Mis amigos se burlaron de mí y todos tomamos un sorbo.

Está bien, debo admitir que no tenía mucho para decir, o eso creía yo. Era una niña buena y las experiencias en la vida no eran algo que me sobraran. Además, estaba sobria. Me guardaba lo mejor para después, supuse.

Y no me equivoqué.

–¡YO NUNCA HE VISTO HENTAI! –gritó Thomas y bebió de su vaso con orgullo mientras todos reíamos.

–Yo nunca me he enamorado –dijo Derek con tristeza, y varios tomaron un sorbo.

Yo no supe si hacerlo o no, así que terminé sin tomar durante esa ronda. Eso era por lo que optaba siempre cuando debía tomar decisiones en mi vida, para ser honesta. Era cobarde, lo sabía y no me sentía orgullosa de ello. Y, de pronto, decidí que ya no quería serlo.