Epílogo: Yo

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Todo este tiempo había estado equivocada.

Al comienzo, es decir, hace casi dos años, idealizaba todo. Podría comparar esa etapa de mi vida con el Romanticismo, la corriente literaria que consiste en ver el mundo como uno quisiera y huir de la realidad. En esa época nadie sabía sobre la existencia de mi novela y menos sobre lo que solía sentir por Alex. Siento que en esa etapa fui ingenua e inmadura.

Pasé de idealizar a desvalorar todo. En realidad no sé muy bien cuándo cambié mi forma de pensar (y de narrar), aún menos cuándo me volví tan fatalista. Supongo que esa fue mi etapa "barroca", si lo ponemos en términos literarios. Así como antes solía ilusionarme con demasiada facilidad y por cualquier tontería, en mi etapa barroca me decepcionaba e indignaba por cada mínima cosa. Siento que en esa etapa fui pesimista e injusta.

Ahora sería lo correcto que el epílogo de esta novela sea narrado desde otro punto de vista, ya que he superado mis dos etapas pasadas de pensamiento (y narración). Pero, ¿les soy honesta? Ahora mismo, en este preciso instante de mi vida, estoy perdida. Pasé de ser la Nicole infantil a la Nicole lúgubre casi de la nada, de un día para otro. Y recién ahora, luego de casi dos años, me he dado cuenta de que ninguna de las dos Nicole eran del todo yo. No tengo ni la más mínima idea de lo que está pasando a mi alrededor ni de lo que está sucediendo conmigo misma. La verdad y la pura verdad es que no sé cuál es mi estilo de pensamiento (y narración) en este momento. Y ahora mismo, escribiendo el epílogo de mi propia etapa de vida, solo sé que quiero ser lo más sincera posible acerca de todo.

Supongo que, ya que esto es un epílogo, debería contar lo que pasó después (o sea, lo que sucede en la actualidad), pero, para ser honesta... las cosas no han cambiado mucho. Todo sigue el mismo ciclo de antes y los días transcurren muy parecidos (por no decir iguales), como siempre. 

Claro que han pasado muchas cosas últimamente. Por ejemplo, he hecho nuevos amigos, entre ellos Tael, probablemente el chico más inteligente que he conocido (y voy a conocer) en toda mi vida. No, en serio. Debería trabajar en la NASA. Por otro lado, me he vuelto más unida a varias de mis antiguas mejores amigas, como Luna, quien (por cierto) es la prima de Cristobal, el chico que era mi novio cuando tenía doce años. Siempre me hace bullying, tanto en la vida real como en Wattpad, pero yo sé que, bien en el fondo, me ama tanto como yo a ella. En cuanto a Ariana, mi mejor amiga... últimamente no nos hemos podido ver tanto, pero cuando nos vemos es como si nunca nos hubiéramos separado en todo ese tiempo. Debo admitir que la extraño mucho. Ahora, sobre mis cinco mejores amigas (Amanda, Catalina, Leah, Natalia y Zoe)... Dios, esas retardadas son mi vida. Me he unido más a ellas. Es raro, es decir, antes me sentía como si siempre estuviera un paso detrás de ellas: era tan paranoica, tan precavida, tan miedosa, tan niña. Creo que por fin empecé a crecer y para ser sincera, me ha hecho bien. Fue bueno empezar a vivir más, tomar riesgos poco a poco. Ellas, por más que sean unas pesadas cuando quieran, me han ayudado tanto a ser como soy ahora... y no podría estar más agradecida. Y finalmente Alex... él es y siempre será uno de mis mejores amigos. En estos últimos día he pensado mucho sobre lo sucedido y me di cuenta de que... o sea, nuestra amistad es genial. Siempre me divierte hablar con él y es una de las personas en las que más confío en el mundo. Hemos sido amigos por tanto tiempo y odiaría que dejáramos de serlo algún día. 

Supongo que este es el momento en el que empieza toda una nueva etapa. De hecho, en estos últimos días han pasado tantas cosas... creo que me empieza a gustar todo esto de madurar. Últimamente he empezado a vivir más y pensar menos. No es como si me hubiese vuelto una drogadicta que se escapa de su casa todos los fines de semana ni mucho menos, pero ya no sobre-pienso tanto la cosas y me siento mucho mejor. ¿Qué más ha pasado? Bueno... tuve mi primer beso y me di cuenta de que en verdad... no era la gran cosa. Fue totalmente inesperado, en serio, ni mis amigas o siquiera yo lo vimos venir. Fue muy raro, pero en realidad fue un buen primer beso. Fue muy gracioso y sobre todo especial, de la manera más extraña posible: justo como siempre quise que sea. No, no fue con mi "príncipe azul" ni mucho menos, pero fue con alguien en quien confiaba y gracias a eso no fue para nada incómodo. Sí, supongo que valió la pena haber esperado.

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