Los aplausos y silbidos del público se colaban entre las cortinas negras que cubrían la parte trasera del escenario. Al parecer, solo faltaban dos bandas más antes de que llegara nuestro turno. No sería la primera vez que cantaba en público: mi banda se había presentado al show de talentos desde hacía tres años seguidos y seguiríamos haciéndolo por muchos años más. La única diferencia entre ese concierto con los anteriores era que aquel año, el 2012, nos presentaríamos a nuestro primer concurso entre bandas con tan solo doce años de edad. Pero, al fin y al cabo, eso era lo que nos gustaba hacer: tocar música, sentir el apoyo del público y especialmente el que nos dábamos entre nosotros. Mi banda era como una segunda familia... de hecho, estaba compuesta por la mitad de mi familia. Mi mellizo Sebastian tocaba una de las dos guitarras y mi hermano menor Gabriel tocaba la batería (era un genio, no sé cómo tocaba tan bien teniendo solo ocho años en aquella presentación y once en la actualidad). Aparte de ellos, dos personas más aparte de mí conformaban nuestra banda: una chica que solía ser mi mejor amiga en ese entonces (el año siguiente a ese pasó todo un drama entre nosotras, lo cual llevó a que ella dejara la banda y entrase Ariana, mi mejor amiga actual, en su lugar) y Alex, un amigo de Sebastian que me caía muy bien, aunque nunca había hablado mucho con él.
Yo estaba especialmente nerviosa porque Cristobal, el primo de una de mis mejores amigas y, además, el chico que me gustaba, iría a verme cantar por primera vez, pero eso no era nada con lo que no podía lidiar. Es decir, había cantado muchas veces antes, nada malo podría pasar. No tenía a nadie a quien decepcionar... excepto tal vez a mi abuelo.
Mi abuelo paterno fue un gran poeta, muy reconocido en mi país. No se podría decir que hayamos sido particularmente unidos, ya que casi nunca lo podía ver, siempre veía a mis primas menores, vivían más cerca a él y tenían mucho más tiempo libre que yo. Pero lo que era totalmente cierto era que lo quería mucho, y creo que él a mí también. Lo admiraba, lo admiraba tanto... quería ser como él, dedicarme a las letras por completo sin importar lo que el resto diga al respecto. Y ese mismo año, el 2012, el peor año de mi vida por muchas razones, falleció por cáncer al pulmón. Recuerdo haber hablado con él un poco antes de ese día. Había tenido una presentación con el coro de mi colegio y él no pudo ir, estaba en todos los tratamientos de quimioterapia y cosas que no entendía a esa edad. Sin embargo, se disculpó por no haber ido y me prometió: "no te preocupes, Nicole, iré al próximo concierto que tengas". Supongo que su destino no opinó lo mismo que él.
Por fin había llegado el día en el que le podía demostrar que yo también era talentosa, podía hacerlo sentir orgulloso de mí así como yo lo admiraba a él. Solo quería mostrarle que valía la pena. Quería que se sintiera feliz de ser mi abuelo antes de que fuera muy tarde.
Ese momento nunca llegó. Y pensé que como no lo había hecho sentir orgulloso a él, por lo menos no debía decepcionar a los demás. Pero los demás... eran demasiados. ¿Cómo podría impresionar a tantos? Era inevitable obtener la desaprobación de alguno de ellos, pero no podía... no debía decepcionarlos.
Y así fue como la ansiedad despertó en mí. ¿Qué pasaba si en secreto todos me odiaban? Tal vez cantaba horrible y solo me hacían presentarme para grabarme y burlarse de mí a mis espaldas. No podía permitir que me grabaran, no debían notar lo muy imperfecta que era. ¿En serio era tan penosa como para siquiera pensar que tenía talento? Es más, ¿pensar que valía la pena? Era inútil y temía que todos se dieran cuenta de eso. Debía salir de ahí, no me podía presentar. ¡Pero eso era tan egoísta de mi parte! ¿Qué hay de lo demás? Si yo me iba, no podrían tocar, y ellos sí querían presentarse. Volteé a verlos, se notaban su emoción y sus nervios a la distancia. Se veían tan felices, tan despreocupados. Yo no era normal, era defectuosa, era menos que el resto. No merecía estar ahí, mi existencia era un estorbo. Si no podía hacer nada bueno por los demás, ¿por qué estaba ahí?
Inevitablemente empecé a llorar en silencio, pero luego de unos segundos no lo pude contener más. Lloré como nunca en mi vida y todos los de mi banda se acercaron a ver qué pasaba. El instructor de mi banda fue a llamar a mis papás para que hablaran conmigo. Mis hermanos intentaban calmarme sin éxito, mi amiga me trataba de animar y Alex intentaba descifrar qué rayos estaba pasando. Por más que quería, mis lágrimas no dejaban de salir. No podía dejar de llorar y temblar, y eso me asustaba. Había perdido el control sobre mí misma.
Mis papás llegaron por fin y me dieron agua y un té para que me calmara. Me sentía mejor, aunque seguía temblando. Para el alivio de todos, dejé de llorar. Tras preguntarme una vez más si estaba bien, siguieron alistando todo para nuestro turno de tocar en el escenario. Solo Alex se había quedado parado enfrente mío, con una expresión de confusión en su infantil rostro de doce años.
-¿Qué te pasó? -me preguntó con indecisión.
-Eh... yo... No lo sé. Creo que... -dejé de hablar tras sentir cómo el pánico volvía a amenazarme. Respiré intentando calmarme.
-...¿Nicole?
-Alex... ¿me... me puedes dar un abrazo?
Mi amigo se acercó a mí y me rodeó con sus brazos, calmándome por completo. Una última lágrima se deslizó por mi mejilla, terminando su camino en mis labios, que formaban ahora una tenue sonrisa de gratitud. En ese momento, Alex se volvió alguien importante para mí. No era solo el amigo de mi mellizo, también era alguien en quien podía confiar. Y envuelta en su calidez, susurré un leve "gracias" amortiguado por su pequeño hombro de niño pequeño.
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¿Notaron el juego de palabras del título? Oh, yo sé que sí (ok, me callo).
Primero que nada, quiero pedirles perdón por no haber actualizado el domingo anterior. ¡En serio lo siento! Creo que simplemente no pude asimilar el hecho de que faltara tan poco para el final... nunca creí que llegaría tan pronto. Es por eso que he decidido subir primero los capítulos extras (en orden cronológico, este sucedió hace tres años, era un feto) y finalmente el epílogo. Y bueno... sí, subí este capítulo un sábado para compensarlos <3 y subiré otro mañana :D
Segundo: OH POR DIOS LLEGAMOS A LAS 15K LECTURAS Y A LAS 1K ESTRELLITAASSS NO PUEDO CREERLO ASKGHDAKDHGW GRACIAASSS <3 <3 <3 En serio todo el apoyo que me dan con sus estrellitas y sus comentarios son muy importantes para mí (ah, y también sus lecturas, lectores fantasmas. Sé que están ahí y a ustedes también los amo <3). Muchas, muchas, muuuuuchas gracias, me hacen demasiado feliz <3
Y por último... les quería volver a recordar que cuando acabe esta novela comenzaré a subir "Outsiders", una nueva novela. Sé que les gustará y que amarán a Nathan Dawson tanto como yo lo amo <3
Ya saben que las estrellitas se agradecen muuucho y que adoro sus comentarios <3 <3
(Debería dejar de escribir testamentos al final de cada uno de mis capítulos).
Los ama <3
-Pink<3
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Yo
Short StorySupongo que la mayoría de las personas se guardan sus pensamientos para sí mismos, mucho más sus secretos. Pero yo no soy normal, así que... aquí voy: Yo, una chica con pocas experiencias tanto en el amor como en la propia vida. Una chica insegura e...