Capítulo 2

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Slash tomó asiento frente al trío de raros. -¿Qué sucede?

Kurt lo miró, ya no había rastro de la sonrisilla que había visto unos segundos atrás. Slash era espeluzante a la primera vista, nunca había cruzado una sola palabra con él pero varias veces lo atrapó mirándolo cuando el miraba a Axl, ahora que lo pensaba, Dave tenía razón, le sorprendía que el mismo Axl no se hubiera dado cuenta de sus miradas.

Slash notó como el rubio se sumía en sus pensamientos y decidió hablarle. -Kurt, tranquilo, no le diré al cabeza de zanahoria que te gusta.

Kurt se puso nervioso. -¿Cómo puedo estar tan seguro?

Slash lo miró. -Guardaré tu secreto con una condición.

-¿Cuál?

-En realidad son dos. -rio slash. -La primera es que aceptes una salida conmigo esta noche a un lugar... peculiar.

Kurt se sonrojó.

Dave y Krist soltaron una risotada. -¿Peculiar o pa'culiar? -y siguieron riendo. Slash se les unió dejando avergonzado al pobrecito Kurt.

-No es nada malo, te lo prometo. -dijo Slash. -Y la segunda es que tu mismo le digas a Axl que te gusta.

Kurt se alarmó y empezó a negar muchas veces con su cabeza. -No, no, no, no, yo no puedo hacer eso, ¿y si me pega por ser marica?

Slash rio con complicidad, «si supieras rubito» .

-Si te golpea por ser marica, yo lo golpeo a él, no te preocupes.

Miró hacia un lado a la mesa donde estaban sus amigos y ahí, estaba Axl, casi matandolo con la mirada, sabía que sentía celos porque no era capaz de cruzar una palabra con el chico frente a él, según palabras maricas de Axl, se sentía ahogándose en el infinito mar de su mirada. Entonces, ¿Kurt se sentía perdido en el inmeso bosque de los ojos del pelirrojo? O, ¿en el ardiente fuego del rojo de su cabello?

Krist tomó la palabra. -Kurt ya ha intentado hablarle pero dice que se pierde en el inmenso bosque de su mirada y casi se viene encima. -Dave que estaba tomando de su juguito casi se ahoga cuando se le fue por otro lado y empezó a hacer un sonido extraño de entre risa y tos. Kurt no podía estar más abochornado y Slash también comenzó a reír. Los gays eran algo raros.

Slash volvió su mirada a Axl pero ahora su mirada estaba sobre el rubito y volteando a verlo, se dio cuenta de porqué le gustaba tanto, él no era marica pero sabía cuando un hombre era precioso y Kurt lo era. Sus mejillas estaban super rojas, estaba un poco encorvado y con su mirada sobre sus dos amigos con un adorable puchero.

-Ya dejen de avergonzarme, par de pendejos.

Krist lo miró mientras seguía dando palmadas en la espalda a Dave. -Eso es parte de ser tus amigos, bebé, tómalo o nos vamos con Axl.

Kurt abrió su boca indignado. -Traidores.

Slash rió una vez más. -¿Sabes qué Kurt? -el rubito volteó a verlo. -¿Por qué no se lo dices ahora? Estoy seguro que Axl no le molestara.

Y seguido de eso, volteó a ver Axl y le hizo una seña para que se acerca. Kurt se alarmó y empezó a buscar hacia donde huir cuando miró al pelirrojo ponerse de pie y empezar a caminar hacia su mesa.

Axl no estaba seguro qué se traía Slash con haberlo llamado pero conforme se acercaba empezaba a sentir la tensión y nervios en su cuerpo, característicos de cuando miraba a Kurt caminando por el mismo pasillo, sentado cerca de el y sus amigos e incluso varias veces en que Axl salía de uno de los cubículos del baño y Kurt entraba a la habitación, provocando que Axl se volviera a encerrar esperando que el pequeño se fuera y espiandolo con un ojo sobre la puerta cuando salía a lavar sus manos. Se sentía un acosador pero es que Kurt era tan lindo, hermoso y perfecto que ponía sus rodillas a temblar, y eso estaba mal porque se supone que era él quien debía poner a temblar a las chicas e incluso chicos, el es quien debería poner a temblar al solecito que ahora tenía sentado frente a él.

Miró a Slash y miró ahora a los tres chicos restantes mirarlo. Axl se sentó y por accidente, colocó su mano sobre la mesa muy cerca de la mano de Kurt, provocando un pequeño roce que los puso nervioso a ambos.

El pelirrojo miró a Kurt exhalar abriendo un poco sus labios y seguido relamerlos dejando un pequeño rastro de saliva. Carraspeó y volvió a mirar a su amigo pelinegro.

-¿Qué? -su gruesa voz afectó a Kurt.

Que voz. Pensó el Rubio sonrojandose sin saber que el pelirrojo dio un suspiro al ver sus cachetitos rojos.

Slash sonrió, Axl no le quitaba la vista de encima a Kurt y ni siquiera se daba cuenta. Esto va a ser divertido.

-¿Conoces a mi amigo Kurt Cobain, no?

-No.

-¿No? Entonces creo que te encantará conocerlo, es un pastelito.

-No me gusta lo dulce. -dijo Axl mirando sus uñas. Necesitaba un manicure.

Slash rodó los ojos. -Claro entonces no te acabes el azúcar cuando te haces una taza de café que no es gratis.

Dave y Krist dieron una carcajada. Axl los miró feo y después miró a Kurt otra vez, estaba esbozando una pequeña sonrisa con la vista en la mesa.

-Kurt... -llamó Slash y este lo miró. -Te presento a William Bruce Bailey. -miró a Axl. -Bruce, te presento a Kurt. -y lo quedó mirando esperando una reacción por parte de ambos pero Kurt seguía con la mirada en la mesa igual de rojo y Axl lo miraba rojo también pero como Axl era el macho entre esos dos entonces él debía ser el caballero por eso le dio una patada en la espinilla por debajo de la mesa. -Presentate con él, Axl.

Axl gimió de dolor y miró mal a Slash. -Seas animal, Saúl. -miró a Kurt. -Un gusto, pastelito, pero no me digas William Bruce, dime Axl... O bombón, como gustes.

En ese momento sonó la campanilla que indicaba volver a clases. Krist y Dave debían entregar un proyecto así que corrieron después de despedirse de los tres restantes.

-Está bien... Axl.

-Nos vemos. -dijo Slash y se fue.

Así que ahí estaban, juntos... Solos.

-Yo... Ya te había visto, rubio... Eres muy lindo para no notarte. -dijo el pelirrojo poniéndose de pie con sus manos dentro de sus bolsillos del pantalón.

El rubio también se puso de pie y comenzó a caminar con pasos lentos a la salida de la cafetería, Axl lo seguía fijando su mirada en su perfil. Era tan bonito... tenía rasgos delicados.

Claro que él también era muuuy sexy, pero Kurt era hermoso. Y sexy.

-¿Lindo? -preguntó Kurt nervioso.

-Claro...

Y al llegar a la entrada de la cafetería se pusieron de frente y se miraron a los ojos. Azul y verde.

-Ya me voy a clase, un gusto saludarte, rubio...

Kurt asintió. -Igual, tal vez... Podamos almorzar juntos mañana.

Se sintió perplejo ante sus palabras, ¿había invitado a Axl a comer? ¿De donde había sacado el valor? Pero Axl sonrió, eso significa volver a entablar, posiblemente, una conversación más extensa con el chico que le gustaba.

Porque sí, le gustaba mucho.

-Por supuesto, rubio. -dijo el pelirrojo con una sonrisa en su rostro.

Antes de que Kurt pudiera decir algo más, Izzy Stradlin, un chico delgado y alto pelinegro llegó a su lado. -Axl, la profesora pregunta por ti.

-Joder... -masculló viendo a Kurt, quería hablarle más . -Nos vemos mañana.

Y salió corriendo junto a Izzy quien le miraba cuestionando eso de verse con un chico. Izzy volteó hacia atrás mirando a Kurt, ¿Axl era gay? ¿Ese chico era gay?

Eso era un gran problema porque Izzy detestaba a los homosexuales.

Al dar vuelta en el pasillo fuera de la vista de Kurt, Izzy detuvo a Axl y lo empujó contra el casillero.

-¿Te verás un chico? ¿Acaso eres marica? -Izzy miró con asco a Axl.

Oh, oh. Había olvidado que Izzy era "homofobico".

-No.

-¿No? No estoy sordo, Axl.

-Me gustan las chicas, Izzy, cálmate.

Axl lo empujó para alejarlo y se fue al salón.

RED / KurtaxlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora