RED / Kurtaxl

Capítulo 15 (Pt. 1)

—¿Una oportunidad? —preguntó Kurt nervioso. —¿De qué hablas?

—Lo que oíste.

El auto giró en una curva que llevaba a un camino de tierra entre los árboles y se adentraron en el bosque.

—Explícame. —insistió.

Izzy detuvo el auto sin apagarlo, apagó la música y volteó a ver a Kurt. Los árboles del bosque hacían de la luz del sol escasa y se miraba sombrío el ambiente; se puso nervioso porque los ojos de Stradlin se miraban más oscuros y profundos sobre el.

—Me gustas.

Claro y directo. Kurt se quedó inmóvil y sin respirar y aunque Izzy se veía seguro y serio, en realidad estaba temblando temeroso de la respuesta del rubio.

¿No pudo esperar otro momento para decirle algo así? Justo cuando tenía dudas sobre Axl, de quien llevaba un año enamorado.

—Oh...

Se quedaron en silencio y luego de unos minutos en que Kurt no contestó, puso el auto de nuevo en marcha y así hasta llegar a las bodegas. Estaba vacío, eran justo las 8:45 am y hacía un ligero frío cuando salieron del auto para intercambiar asientos.

Ahora Kurt estaba del lado del conductor con Izzy de copiloto.

Algo incómodo e inseguro por no tener respuesta, Izzy comenzó a darle indicaciones.

—Muy bien, rubio, supongo que estás al tanto que hay un camino entre los árboles por allá... —señaló el lado contrario por donde llegaron. —... Irás por ahí, ¿listo? —Kurt asintió. —Bien, enciende el auto. —Giró la llave y el auto encendió. —Bien, este auto es automático, solo tienes que pisar el freno y meter cambio.

El rubio bajó la vista a sus pies y miró dos pedales junto con una palanca.

—¿Cuál es el freno?

—El pedal grande. El delgado es el acelerador y la palanca el freno de mano.

Kurt asintió y presionó el freno.

—Esta palanca es de los cambios. —señaló la que estaba frente a la mitad de los asientos. —Está en neutral, llevala a la D. —Kurt lo hizo. —Ahora suelta despacio el freno y con el mismo pie pisa el acelerador poco a poco.

El auto empezó a avanzar y Kurt se puso muy nervioso, sentía mucha responsabilidad encima. Empezó a respirar rápido.

—Tranquilo, rubio, vas empezando, tenemos todo el día para que mejores.—colocó su mano sobre el muslo del rubio y lo apretó para darle seguridad.

No funcionó porque recordó su confesión y se puso aún más nervioso.

Llevó el auto hacia los árboles y se internó en la vegetación. El camino era igual que el anterior, de tierra, pero del ancho de tres autos y tenía postes a lo largo con una señal que brillaba ligeramente color naranja con la luz que se colaba entre las ramas, suponía que de noche brillaban con la luz de los faros de los coches y así podían seguir correctamente el camino, puesto que el camino tenía salidas hacia otros lados.

—Te diría que siguieras el camino que gustes pero en las carreras necesitas conocer el camino de regreso.

—¿Entonces sigo las señales? —preguntó temiendo que sea una pregunta tonta. Izzy asintió y Kurt lo hizo. La velocidad era un poco lenta porque temía estamparse contra los árboles o dar una mala curva o tal vez caerse en un barranco oculto. —Acelera un poco más, no temas. El terreno es plano y no hay lagos cerca.

—Ok.

Kurt aceleró un poco más confiado. Al llegar al final de la línea recta había una señal con una flecha apuntando a la izquierda y como alguna vez escuchó, empezó a desacelerar para poder girar.

Izzy al ver eso se apresuró a decirle: —No, no, no, acelera, en una carrera no te sirve de nada frenar.

—Pero es una curva. —dijo dudativo viendo la curva acercarse.

—Si, Kurt, en la ciudad hazlo, pero en una carrera te hace perder ventaja, no deshaceleres, sujeta fuerte el volante y giralo hasta alinearte al otro camino.

Kurt asintió y contuvo el aire. Giró y apretó el volante, no fue tan difícil alinearse con la velocidad que llevaba.

—Entonces, cuando esté corriendo...

Izzy supo de inmediato lo que quería saber.

—Vas a ir muy muy rápido y tendrás que dar un giro muy rápido y cerrado, si consideras que vas muy rápido y que puedes volcarte entonces sí, desacelera, es mejor perder una carrera que lastimarte. Tienes que pensar que habrá más autos, rubio, yendo a tu misma velocidad, más lento o más rápido, tienes que ser muy ágil mentalmente porque tienes que ver por tu auto y ser consciente de los otros autos, sus velocidades, posiciones, distancias de ti, es una carrera, lo que buscas es ganar por lo tanto tienes que arrebasar.

Demonios, Kurt empezó a arrepentirse de estar ahí. Tuvo miedo y se notó cuando sus manos empezaron a temblar.

Izzy lo notó así que decidió distraerlo un poco.

—Respira, rubio, vas a estar bien, antes de la meta está tu bienestar, si de repente sientes miedo o que estás en peligro, solo detente, nadie te va a juzgar. —una idea brilló en su mente. —¿Te propongo algo?

—¿Qué cosa?

Con la voz un poco tímida y sin ver a Kurt, Izzy dijo: —Puedes tener un acompañante, un copiloto...

El rubio sintió alivio, Izzy podía ser su copiloto y ayudarlo.

—Si, si, si, me gusta esa idea, ¿podrías ser tu mi copiloto?

Izzy fácilmente podía solo decir que sí pero decidió decir una pequeña mentirilla.

—Claro, el problema es que... —sembró la curiosidad en el rubio.

—¿Qué, qué problema?

Izzy sonrió malicioso en sus adentros pero por fuera le dio una mirada de inocencia.

—Que el piloto y copiloto deben ser pareja.

Kurt quedó en blanco.

—¿Pareja? ¿Te refieres a un novio o novia? —frunció el ceño. —Pero, ¿qué tiene que ver el que sea tu copiloto con que sea tu pareja?

Izzy pensó rápido en una respuesta que no tenía.

—Reglas de carreras, no lo entenderías.

—Explícame.

El pelinegro apretó sus labios pensando en que decir que no se oyera falso o tonto. Rápido, Izzy.

—Tiene que ver algo con lealtad, en... en caso de que algo pase que sea tu copiloto quien tome el mando, si hay un accidente, ambos se ayuden y ninguno quede atrás y... Así. —finalizó con una mirada baja esperando que el rubio le creyera, cosa que al parecer estaba funcionando ya que Kurt se miraba que analizaba esa explicación.

Al final asintió creyendole, tenía sentido, ¿en quién podías confiar más que en tu pareja? Sobre todo en algo donde arriesgabas la vida.

—Pero yo no tengo novia ni novio y no tengo a quien pedirselo. —dijo mientras llegaba a la siguiente curva que lo llevaría de regreso a las bodegas. Sin desacelerar giró el volante hasta estar en paralelo al camino. Tuvo la seguridad de acelerar un poquito más.

—Puedes pedirmelo a mi. —dijo Izzy.

—Pero no eres mi novio.

Y mirando sus uñas dijo: —Podría serlo.

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Holaaa, perdonen si hay algunas incoherencias o si algo no concuerda con algún capítulo pasado, estoy corrigiendo y editando eso, de hecho si tienen tiempo que leyeron los primeros capítulos, si revisan, encontrarán algunos cambios, graciaas por leer 💖💖💖