Capítulo 20

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—¿Qué es lo que quieres?

Axl preguntó a la chica en silla de ruedas frente a el.

—Que pagues lo que me hiciste.

Erin Everly, una chica preciosa de cabello rizado veía con seriedad al pelirrojo frente a el, estaba rodeada de varios guardaespaldas como cada vez que se reunía con el.

—Estoy pagando todo el puto dinero pero quiero que dejes de joderme.

Ella sonrió maliciosa.

—No, Rose, no dejaré de joderte, ¿sabes por qué? Porque si hoy yo soy tu sufrimiento, entonces quiero que sufras aunque sea poquito de todo lo que yo pasé, maldito imbécil.

Axl bajó la mirada. —Ya te he pedido disculpas millones de veces, he pagado todas las operaciones, tratamientos, lo seguiré haciendo solo déjame en paz.

Ella sospechaba de ese chiquillo rubio, no era tonta, claro que lo había investigado desde ese día que lo miró en una de las carreras acompañado de Slash, miró los celos de Axl cuando el rubito se fue con el, Erin sabe todo y claro que no permitirá al pelirrojo ser feliz mientras ella está en una maldita silla de ruedas.

—No. No disfrutarás tu amor mientras yo sigo sufriendo por tu culpa.

Axl sintió como un balde de agua caía sobre sus hombros. —¿Amor?

Ella mantenía su sonrisa segura y orgullosa de poder joderlo.

—Kurt Cobain, lindo niño, lastima que vaya a terminar igual que yo.

El pelirrojo lo miró confundido.

—Claro que no, jamás lo arriesgaría a un accidente de auto. El nunca será mi copiloto.

Erin soltó una risa sonora que hizo eco en las paredes de ese puente, estaban en las afueras de la ciudad, casi no circulaban vehículos por ahí, solo estaban el auto de ella y sus guardaespaldas y el auto prestado de Axl, que era del padre de ella. Que vueltas da la vida.

—Pero si ya lo has hecho, permitiste que Slash conduciera ebrio y... —pausó solo par causarle curiosidad al rojito, cosa que logró.

—Y, ¿qué?

—¿No lo sabes? Jaja, pensé que lo querías tanto para preocuparte a donde sale todas las noches, enserio que eres estúpido.

Axl gruñó e intentó acercarse amenazante pero los tipos vestidos de negro al lado de la chica, sacaron sus armas y le apuntaron. Axl se detuvo y contuvo sus impulsos. Bastante daño le había causado ya.

—Kurt no sabe conducir.

—No sabía al menos.

—¿De qué hablas?

Ella sonrió. —Hay una razón por la que Jeffrey Isbell es su novio.

—Si la hay, se gustan. —dijo el pelirrojo intentando no sentir la punzada en su estómago.

Erin chasqueó la lengua varias veces. —No, mi querido William, Izzy está mintiendole.

Axl abrió sus ojos sorprendidos. —¿Qué? ¿Cómo lo sabes?

—Solo lo sé, ese narizón sigue igual de estúpido como lo estaba antes, de nada sirvió romperle el rostro, lastimé mis deditos por nada. —dijo y soltó una carcajada.

—Dime sobre qué le está mintiendo.

—Ah ah ah, no soy chismosa. —suspiró. —Pobrecito Kurt, tiene al gran Axl Rose a sus pies, lastima que sea ese mismo amor el que lo mandará a la tumba... —miró abajo a sus piernas. —o a una silla de ruedas, yo creo que deberías dejarlo con Izzy.

—Yo no lo mandaré a ninguna silla de ruedas.—aseguró mirando con desdén a la rizada.

Ella sonrió divertida. —¿Por qué no? ¿Lo quieres?

Axl asintió.

Erin reemplazó la sonrisa de diversión por una mueca de ironía.

—También me querías a mi y mírame, William.

Axl suspiró y se acuclilló ante ella para pedirle perdón de nuevo.

—Fue un accidente.

—Me obligaste a ser tu copiloto, yo odiaba tus carreras... Maldigo mil veces ese día y a ti. —dijo Erin ya con la voz un poco quebrada y conteniendo sus lágrimas. —No sé qué día volveré a caminar pero hasta entonces, sufrirás conmigo. Gracias por el dinero.

Hizo una seña con su mano hacia uno de sus guardaespaldas y esté tomó la silla para girarla y llevarla al auto. Axl miró el auto mientras se marchaba y entró al propio... Bueno, no tan propio, era de su ex suegro, quien lo odiaba por dejar inválida a su hija.

Se rió amargamente. Erin no lo dejaría ser feliz y aunque no lo había dicho, sabía que era capaz de lastimar a Kurt para lastimarlo a él, era una perra tan astuta.

Recordó esa noche, la noche en que le jodió la vida, ambos iban en el auto cuando giró demasiado rápido una de las curvas y la luz de los faros de otro auto que había derrapado más adelante había quedado de frente y no pudo ver el camino, dio un volantazo para esquivarlo que lo hizo salirse del camino girando muy rápido y chocó del lado de copiloto contra un árbol, Erin quedó prensada, afortunadamente pudieron sacarla pero desde entonces la policía comenzó a vigilar que no se llevaran a cabo esas carreras, cosa que no hacían muy bien.

El padre de ella le dio el auto para obligarlo a seguir corriendo y así Axl pudiera pagar los gastos de su hija por ser el responsable. Arriesgaba su vida e integridad pero su ex suegro decía que si algo lenocurría, sería su pago final. Ojo por ojo.

Encendió el auto dispuesto a ir a casa de Isbell, aun tenía que saber qué mentira le estaba diciendo a Kurt. No es que tuviera alguna oportunidad con el rubio pero no podía más con los celos que sentía al ver a Izzy tan empalagoso con él.

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—Hola, Jeffrey.

El mencionado se sobresaltó en la silla frente a su escritorio cuando escuchó la voz de Axl detrás de él.

Volteó y lo miró sorprendido de verlo ahí, hacía años que el pelirrojo no pisaba su habitación, cuando eran amigos. Dejó su guitarra en el suelo recargada al escritorio y cerró su libreta mientras se ponía de pie.

—¿Qué haces aquí?

Axl entró y cerró la puerta.

—Vas a decirme qué mentira le estás diciendo a Kurt.

Izzy sintió un vacío en su estómago. Joder, estaba a nada de perder a Kurt.

—¿Mentira? No le he dicho mentiras. —dijo intentando no sonar nervioso.

—Claro que sí, Erin me lo dijo.

Izzy elevó su ceja. —¿Erin? Y, ¿ella como sabe?

—¡No lo sé solo dijo que mentías para ser su novio y me lo dirás o le diré a Kurt!

—¿Qué le vas a decir, idiota? ¿Qué tu estúpida noviecita invalida que me rompió la cara te dijo que yo mentía? ¿Quién es el que miente, Axl? ¿Yo? ¿O tu? Ni siquiera le has hablado a Kurt de ella, incluso ella sabe sobre él, ¿sino porqué diría eso?

Axl apretó los dientes del enojo. Izzy era tan... Dios, quería golpearlo.

—Te gusta Kurt, no soy imbécil, pero a mi también me gusta y no permitiré que me lo quites.

—Solo dime qué es la jodida mentira que le dijiste.

Izzy guardó silencio unos segundos y seguro de sí mismo se acercó a Axl quedando muy cerca de él y sonrió burlón de lado.

—Averigualo.

Se sentó de nuevo en su escritorio dándole la espalda y Axl solo salió dando un portazo.

RED / KurtaxlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora