Capítulo 19

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Hoy presentamos...

¿Conociendo al cuñado?

¿Conociendo al cuñado?

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Narrador omnisciente:

En la habitación de los jóvenes protagonistas sólo se escuchaba el sonido de sus labios que se encontraban danzando entre salivosos besos, uno concentrado en el otro y viceversa, dándose caricias por encima de sus ropas de dormir.

Pero no llegaban a más, ambos eran conscientes que sólo llevaban un mes de relación y no podrían dar el siguiente paso aún, no en la habitación del colegio en donde se encontraba una gran fotografía de Netero en frente de ellos.

Después de un largo rato se miraron, parece que los dos sabían que ya era la hora de dormir, mañana tendrían clases y ser responsables era muy importante. Durmieron sin taparse porque el calor sofocaba mucho en junio.

Al día siguiente la alarma sonó, Killua se levantó para apagarla por el molesto sonido y miró a quien dormía a su lado, que al parecer soñaba consigo mismo bailando al ritmo de la música de la alarma. — Creo que podemos dormir cinco minutitos más, es temprano. — susurró el albino al mirar la hora, abrazó al azabache y se volvió a dormir.

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— ¡GON DESPIERTA! — gritó exaltado el peliblanco mientras sacudía al moreno. — ¡FALTAN DIEZ MINUTOS GON! ¡ES TARDE!

— cinco minutos más... — murmuró el pelinegro acomodándose mejor, pero abrió sus ojos de golpe. —¿¡DIEZ MINUTOS!? ¡ES TARDE! — dicho esto saltó de la cama y corrieron al baño a cepillarse los dientes, asearse como locos y vestirse lo más rápido que pudieron para correr a clases.

En plena carrera hacia el aula Gon se cayó, pero para Killua no era tiempo de reírse de su novio, así que lo cargó y siguió corriendo como quien huye de un perro rabioso.

Como cuando huían de Palm ¿se acuerdan?

Al llegar a la puerta del salón todos dirigieron su atención a los recién llegados: un chico de cabello blanco despeinado y los botones superiores de su camisa sin abrochar cargando por la cintura a un pelinegro con su camisa desacomodada y los pasadores de sus zapatillas sin atar.

Killua bajó a Gon con cuidado y le acomodó su camisa para después voltear hacia el profesor. — maestro Wing-san disculpe nuestra tardanza ¿podemos entrar? — pidió el albino bajando su cabeza en modo de disculpa, el menor copió el gesto bajo la curiosa mirada del profesor con lentes.

— Buenos días jóvenes, se le va a pasar por alto su tardanza, pero antes de entrar acomoden sus ropas por favor. — dijo alegre, la pareja asintió y automáticamente Killua ató los pasadores de su novio mientras que Gon acomodaba su blanco cabello, sintiéndose avergonzado al notar las miradas de todos sobre ellos. Cuando ya estaban presentables ingresaron al aula entre algunas risas y sonidos de ambulancia por sus compañeros.

Por una mujer┃KillugonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora