Capítulo 22

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Hoy presentamos...

Conociendo a mamá suegra

Narra Gon:

Me siento emocionado, ¡Killua vendrá a mi casa y conocerá a Mito-San y a mi abuela!

Que las personas que más amo se conozcan es maravilloso, no puedo concentrarme al imaginar a mi novio visitando mi humilde y acogedor hogar, ya sea con ropa casual o uniforme sé que se verá increíble.

Apenas llegue a casa el viernes tengo que hacer limpieza, tendré que limpiar cada esquina y ordenar mi cuarto, por suerte no me sentiré observado, ya que no habrá fotografías que me miren a mí o a Killua. No es que San Netero sea feo, pero prefiero dormir con mi novio sin sentirme visto por otros ojos, menos los de un santo.

También tengo que mirar videos de cocina, antes miraba un montón pero nunca los ponía en práctica ¿qué puedo cocinar aparte de huevo frito con arroz? Bueno, le pediré a mi tía que me ayude con la comida.

Espero que Mito-san y mi abuela Abe aprueben mi relación, ahora estoy nervioso por lo que podrían decir, ya voy a cumplir diecisiete años así que no creo que haya problemas. No sé qué haría si se negaran, ambas son muy importantes para mí.

¿Killua se podrá quedar a dormir? Podríamos dormir juntos como siempre, espera... ¡Mito-san sabe que compartimos habitación! No quería decirle que éramos novios todavía, ya que quería presentarle a Killua primero, pero ahora puede pensar que... ¡No! ¡Aquí el único que está pensando mal las cosas soy yo!

Mito-san confía en mi, sólo espero no cometer un desastre, ¿será que Killua está tan nervioso y pensativo cómo yo?

Narrador omnisciente:

—Joven Freecss, ¿cuál es la respuesta del ejercicio? —pregunta la maestra de matemáticas.

—E-eh, la respuesta es doscientos tres Bisky-san—contestó el chico pelinegro.

—No Gon, la respuesta era el número dos ¡dos! —corrigió la profesora rubia.

—Estuve cerca profesora, dije dos y de ahí le continué jaja —respondió apenado el azabache. Bisky suspiró y continuó con la clase, Gon esta vez prestó más atención.

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— ¿Qué te tiene tan pensativo Gon? ¿Hay algo que te moleste? —El albino tomó la mano de su azabache, que no se había movido de su sitio a pesar de que ya había sonado la campana del receso —. ¿A-ah? ¿Killua? ¡No! No hay ningún problema —contestó el moreno saliendo de sus pensamientos.

—¿Seguro? — preguntó no tan convencido. — Sí, seguro —asintió el de ojos miel con una sincera sonrisa.

—Vamos entonces, nos deben estar esperando —dijo el peliblanco y ambos salieron hacia la cafetería.

Narra Killua:

Creo que Gon está pensando mucho por este fin de semana, en realidad yo me encuentro ansioso y muy nervioso a la vez. ¿Tengo que comprar un regalo para las señoras? ¿Le tengo que decir suegra o no? ¿Les caeré bien? ¿Me permitirán estar con Gon?

Si no me lo permiten... Puedo secuestrarlo o pedirle casarnos a escondidas, no parece una mala idea.

—Y ¿qué harán el fin de semana? ¿Algo en especial? —preguntó Zushi al ya no tener un tema para hablar.

Por una mujer┃KillugonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora