Capítulo 16

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Hoy presentamos...

¿Y tu respuesta de mi "te amo"?

Narrador omnisciente:

El viernes comenzaba y todos lo sabían porque sus cuerpos les daba aviso.

Un pelinegro despertaba al lado de un apuesto joven de blanca cabellera, al verlo el azabache sonrió y se levantó para alistarse. El albino despertó poco tiempo después al sentir el vacío en su cama.

—¿Gon? —llamó el peliblanco al terminar de estirarse —. Buenos días, Killua —respondió el menor saliendo del baño con su uniforme puesto. «Muy lindo» pensó el de ojos azules.

El más alto se acercó al moreno para besar sus labios y responder el agradable saludo de mañana —. ¿Por qué no me despertaste? — preguntó el ojiazul con un tono triste después, con la frente pegada a la de su novio y rozando sus narices.

—Dormías tan plácidamente que no tuve el valor para despertarte, lo siento —contestó Gon, cerrando sus ojos al sentir el cálido aliento del contrario en sus labios.

—No te disculpes Gon, no estoy molesto contigo; es sólo que me sentí vacío al no encontrarte a mi lado, yo tampoco podría despertarte a menos que sea necesario —habló el peliblanco llevando sus mano a las suaves mejillas del azabache para volver a besarlo.

Pasados aproximadamente unos dos minutos de besos ambos tomaron su distancia del otro para reír nerviosamente —. Tenemos que ir a la escuela, vamos antes de que me quede aquí contigo todo el día —dijo el albino, el pelinegro asintió y esperó a que Killua se cambie para así ir los dos a desayunar con sus amigos.

Al llegar encontraron a todos sentados en el mismo lugar —. Llegan tarde chicos ¿qué hacían para demorar tanto? —interrogó Leorio mientras bebía su café, Ikalgo le siguió a la pregunta del estudiante de medicina —. Sí ¿qué hacían? —imitó divertido el pelirrojo.

—N-nada, sólo se nos hizo tarde porque no sonó la alarma —contestó Gon y Killua no dijo nada porque estaba avergonzado. Sin decir más, se sentaron y saludaron a los presentes; Leorio observó de reojo a Kurapika, que leía un libro con su semblante serio, últimamente lo había visto de mal humor y estaba preocupado por ese rubio que siempre estaba en sus pensamientos.

Narra Leorio:

Espero que Kurapika esté bien, me gusta verlo sonreír, su risa es muy bonita y que se vea triste me causa tristeza a mi también.

En estos últimos días ya no hablamos tanto como antes, todo se volvió un poco tenso e incluso incómodo. Creo que yo tengo la mayor parte de la culpa, no me he disculpado con él todavía y cuando quiero hacerlo aparece Leroute.

Ahora cuando toca hacer un trabajo en grupo me toca con ella y cuando no es así me pide que la ayude a estudiar. Es un poco molesta, siempre quiere apostar de algún tema que le interesa y siempre me gana cuando jugamos piedra, papel o tijera. Es más divertido cuando hablo con Kurapika y reímos de cualquier tontería que se me ocurra...

Vaya, Killua y Gon se ven muy lindos juntos, las miradas de idiotas enamorados que se lanzan da mucha ternura, si sigo viéndolos me va a dar diabetes jaja.

—¡Leorio! —Ah, aquí viene ella otra vez.

—Ya voy Leroute, lo siento chicos pero tengo tarea grupal.—No quiero irme, pero tengo que ir a clases para terminar la tarea de medicina, es un trabajo muy complicado.

—No quiero irme, pero tengo que ir a clases para terminar la tarea de medicina, es un trabajo muy complicado

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Por una mujer┃KillugonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora