Capítulo 24

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Título de hoy:

Vamos de paseo

Los jóvenes enamorados estaban en un bus que se dirigía al parque de atracciones, iban de pie porque los asientos estaban ocupados

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Los jóvenes enamorados estaban en un bus que se dirigía al parque de atracciones, iban de pie porque los asientos estaban ocupados.

El viaje sería un poco largo, pero por suerte una persona bajó en un paradero dejando un asiento libre para cualquiera de los dos.

— Siéntate Gon, yo puedo esperar otro asiento. — dijo el albino mostrándole su caballerosidad y sus modales a su novio. — Puedes sentarte tú Killua, no tengo ningún problema. — respondió apenado el azabache.

— Tampoco tengo problemas Gon, toma asiento mi lindo y adorable novio. — pidió con amabilidad. — Y yo digo que tú puedes sentarte mi novio guapo y atento. — insistió el pelinegro.

El peliblanco se sonrojó ante el cumplido que recibió, pero también notó las rojas mejillas del ojimiel. Así que se sentó y jaló la muñeca del menor para sentarlo en sus piernas, aumentando el sonrojo de Gon. — Yo creo que así está mejor, no me gusta discutir contigo aunque sea algo mínimo. — el moreno sintió sus mejillas arder y hundió su rostro en el blanco cuello de su amado.

— K-killua bájame... debo pesar mucho y tus piernas se pueden adormecer — susurró avergonzado, el mayor sonrió; había logrado avergonzar a su novio y vaya que no era tan difícil como creía, solo tenía que ser él mismo demostrando todo el cariño que le tenía al ojimiel.

— No pesas nada para mí Gon, estoy cómodo así~ — susurró en el oído contrario, sintiendo como el cuerpo que estaba encima suyo temblaba un poco. El más alto dejó un beso en el cuello de piel morena, haciendo que el avergonzado abra sorprendido sus ojos como platos.

— ¡Killua! Estamos en un lugar público. — gritó en susurros para que sólo el otro le oyera —¿No te gusta? — el peliblanco preguntó un poco apenado mirando los ojos color miel. — ¡N-no es eso! Me-me encanta y mucho, pe-pero alguien nos puede ver. — decía con sus mejillas cada vez más rojas.

El ojiazul miró a su alrededor, no vio ninguna mirada posada en ellos; la mayoría estaba durmiendo, otras tenían audífonos. Pero a la vez se preguntaba ¿cuándo cambiaron de papeles? ¿No era él el que siempre se avergonzaba?

— Nadie nos está viendo, pero tienes razón. Es que siento que no hay nadie más cuando se trata de ti. — contestó sinceramente, el pelinegro sonrió y volvió a posar su cabeza en el hombro de su novio.

Un rato después llegaron a su estación y bajaron del transporte, — mira Killua ¡ahí está el parque! — el azabache señaló emocionado la entrada del lugar, tomó la mano del albino y sin perder más tiempo fueron hacia allá.

Al entrar quedaron boquiabiertos; ese lugar era más grande por dentro y tenía muchos juegos coloridos que los llamaban para subirse. ¿A cuál deberían ir primero?

Por una mujer┃KillugonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora