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Sacó del sobre color café claro una hoja de la misma tonalidad, la desdobló y carraspeó para aclarar su garganta antes de hablar.

—Estimado Levi Ackerman y escuadrón: Esperando que se encuentren bien y su estadía en el pueblo este siendo de su completo agrado, me comunico hacía ustedes con el fin de solicitar su presencia el lunes veintiocho de septiembre en mi humilde morada, realizaremos una cena y una pequeña celebración de bienvenida, además conversar unos asuntos de suma importancia. — Hizo una pausa ante las miradas expectantes de los soldados a su alrededor. Bajó la mirada, saltándose un par de lineas que claramente no le importarían a los demás y continuó.  —Sin más dilación, se despide con mucho afecto, Emanuel Blouse, Alcalde de Puebla de la Sierra. —

En cuanto terminó de leer el grupo que lo rodeaba soltó leves exclamaciones de felicidad, todos estaban emocionados de poder comer comida casera y tener una celebración en su nombre.

—Es hoy. — Reafirmó Levi manteniendo su rostro serio, divisó a su escuadrón y guardó la carta en su sobre correspondiente para colocarse de pie. —Así que vayan a colocarse el uniforme todos los que estén de turno, los demás arréglense para venir con Hange y conmigo, no vayan tan informales. —

La orden fue captada por todos, por lo que se dividieron y cada uno partió a su tienda de campaña para comenzar a alistarse, todos excepto Armin, quien se llevó las manos al rostro exhalando todo el aire de sus pulmones, su expresión era una combinación entre tristeza, enojo y decepción, a lo que Jean al notarlo detuvo su andar para posicionarse junto al chico, le colocó una mano en la espalda y agitando el cuerpo del rubio habló.

—Tranquilo, te traeré las sobras de mi plato. —Se burló, recibiendo una mirada como de cachorro mojado por parte del contrario —Es broma, prometo apartarte algo de comida, ¿De acuerdo? Así que ve a colocarte el uniforme y disfruta de tu turno, que mañana desayunaras la comida deliciosa que te traeré.—

Se retractó enseñándole su pulgar luego de terminar de hablar, subió su mano hasta su cabello y lo chasconeó en una forma amistosa antes de alejarse de él para entrar a su carpa.

Sentía un poco de pena por Armin, también por los demás soldados que se quedarían a hacer guardia esa noche mientras los demás asistirían a una celebración, eso era culpa del capitán, quien tuvo que haber avisado días antes y no a tan solo unas horas de la cena, al menos con un poco de tiempo los demás podrían haber digerido la noticia con menos tristeza.
Jean ya sabía de la cena, lo había conversado con Connie días atrás, sin embargo estaba contento por tener el placer de disfrutar buena comida y un buen vino, al menos eso esperaba y era lo que lo motivaba a asistir.

𝙬𝙝𝙤 𝙖𝙧𝙚 𝙮𝙤𝙪 𝙬𝙝𝙚𝙣 𝙣𝙤𝙗𝙤𝙙𝙮'𝙨 𝙬𝙖𝙩𝙘𝙝𝙞𝙣𝙜?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora