Capítulo 2: La Maldición de la Marca

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Al final no pudo dormir. Luego de hablar con Akali y que esta le dijera una tontería tan grande como que le daba su "bendición" para estar con alguien más mientras se encontraba afuera, se la pasó dando vueltas en la cama pensando en las palabras de la menor. 

Una parte de ella sabía que la ninja no decía esas cosas con malas intensiones, es más probablemente jamás quiso hacerlo sonar tan mal como lo hizo. Y si había algo que ella estaba segura era que Akali pecaba en su mayoría por inexperta ante situaciones como esta.

Ella tampoco podía quejarse mucho, puesto que esta era la primera vez que se encontraba en una relación estable por tanto tiempo. Mejor dicho en una relación. Nunca pensó que se enamoraría en serio de alguien o que alguien de verdad llegase a amarla, ese siempre había sido, de alguna manera, un sueño bonito que había desechado muchísimos años atrás.

Le hubiera gustado aclarar las cosas con Akali, pero luego de pensar detenidamente las cosas y querer llamarla para aclarar los tanto, esta seguramente ya estaba durmiendo, porque había agregado en su teléfono la hora de Los Ángeles y sabía que ya estaba dormida.

Por lo que lo único que le quedó por hacer fue continuar con la agenda de ese día y esperar a poder hablar con ella otra vez al día siguiente.

Se estaba bañando y solo hablaba en voz alta quejándose de que Akali no había dicho nada en persona sobre eso, la situación hubiera sido totalmente diferente y no se sentiría de alguna manera traicionada por su pareja.

El resto del proceso de preparación para la fiesta continuó de la misma manera, se sentía como si tuviera algo más importante de que ocuparse que de esa gala a la cual la habían invitado. Se encontraba nerviosa como si todo lo que estuviera haciendo estaba mal, siendo que sentía que debía estar haciendo otra cosa.

Golpeó su tocador, tirando varios frascos y haciendo saltar el maquillaje que se encontraba allí, intentando recuperar un poco de control sobre la frustración que le invadía.

-Akali...- suspiró enojada. 

Ya había pasado su parte racional, ahora solo la invadía la frustración de la situación.

-¿Permiso? ¿Permiso para revolcarme con otros...?- Evelynn repetía la frase en su mente y mas la irritaba.- como si necesitara tu permiso para eso, pendeja... como si lo necesitara, ¿hacerme sentir mejor porque me das tu permiso? ¿Quién te crees que eres? Yo no necesito el permiso de nadie para hacer lo que se me venga en gana. Si he estado exclusivamente contigo, Akali, es porque así lo he querido...

Su frustración, enojo e ira ante las palabras poco acertadas de la ninja habían llegado a un pico máximo. Jamás pensó que se sentiría tan irritada en su vida, pocas cosas le habían afectado tanto como esas palabras.

***

Ya en la fiesta, como era de esperarse, su belleza singular y su sexy y bello cuerpo habían llamado la atención de todos los presentes, en especial en ese vestido largo color vino con un tajo en la pierna que resaltaba demasiado sus curvas usaba una gargantilla dorada y muñequeras de oro además de sus garras, parte de su firma personal.

Tomó una copa de champagne que un camarero le ofreció, debía hacer sociales de manera obligatoria, después de todo esta gala era de caridad y tenía que demostrar cierta etiqueta aunque siendo totalmente sincera con ella misma lo ultimo que quería era estar en ese lugar o en su casa o en cualquier lado, su corazón estaba en Los Ángeles con la única intensión de revolcarse con su adorada ninja para sacarse ese mal estar de la boca.

Ahogó hasta el último pensamiento que acaba de tener, se suponía que estaba enojada e irritada con ella y ¿lo único que le venía a la mente era el tener sexo con ella? ¿Pero donde había quedado su orgullo y dignidad de solo pensar en ello? 

Dicen por Ahí... [Rumores parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora