Capítulo 11: Proceso completado

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-Ah... ah... ah... ah... ing...- Mini estaba gimiendo al ser tocada en su clítoris por Taki, este le mostraba a Evelynn lo que le hacía y obedecía las órdenes de la diva al pie de la letra.

Evelynn sonreía complacida, el ser obedecida por Taki y hacerle todo lo que ella quería a su pareja. A veces solo los observaba en silencio dejándolos hacerlo como ellos querían otras ordenaba como y los tiempos. Tenía días en que solo observándolos le recordaba a la ninja con ella y veía, en tercera persona, a ella y a su pareja haciéndolo.- Kali...- murmuraba pensando en su amada y sintiendo las manos de esta en su cuerpo. Se preguntaba cuanto más soportaría esto, cuanto podía endurecer el deseo que sentía en su corazón y en su ser.

-Kali...- volvía a murmurar, ya había dejado de prestarles atención. Se levantó de su trono.- haz lo que quieras...- le ordenó a Taki y se fue dejándolos follar en la habitación especial.

Fue a la cocina y se sirvió agua, mientras bebía, pensaba en su amada ninja. Quería oír su voz, Quería ver sus ojos azules, quería que sus manos la tomaran con fuerza, que sus labios la marcaran y la besaran, quería tanto recibir el placer que ella le brindaba. Se sentía desbordada, quería llorar de solo desearla.

Iba a llamarla por teléfono cuando la idea se vio interrumpida por una llamada entrante de sus abogados.

-Hola.- contestó bastante molesta de que le interrumpieran.

-Señorita Evelynn.- dijo una voz masculina, del otro lado del tubo.- lamento molestarla, pero... hay una demanda legal.

-Que novedad... arréglenla, para eso les pago una fortuna...- contestó secamente, solo quería cortar y poder llamar a su amada rapera.

-Señorita, lamento molestarla, pero debido a ciertos inconvenientes...- el hombre continuó hablando.

A medida que la diva escuchaba las palabras de su abogado su rostro pasó lentamente de hastío a una sonrisa, cuando colgó el teléfono sus ojos brillaron otra vez como hacía meses no lo hacían.

***

-¡Pégale!- gritaban y alentaban desde afuera de la jaula.

Akali estaba disfrutando de golpear a un tipo que ya ni se movía y lo único que hacía era seguir manchando el piso blanco de sangre. No solía hacerla durar tanto pero desde hacía varias semanas que disfrutaba de no dejarlos inconscientes solo para tener excusa de seguirles pegando y verlos arrastrarse como gusanos por el suelo antes de terminar con el espectáculo.

-¡Eso es! - Todos aplaudieron y las apuestas fueron cobradas cuando se escuchó el sonido del cuello de su oponente romperse tras un pistón bien dado.- ¡Rogue! ¡Rogue!  ¡Rogue! ¡Rogue! ¡Rogue!

La gente vitoreaba su nombre y los que apostaron recibieron su paga. Salió de la jaula escupiendo algo de sangre de su labio cortado y tomando una toalla para limpiarse la sangre que le había salpicado. Era pegajosa y le molestaba cuando esta se secaba sobre su piel.

-Bien hecho, niña...- dijo Zed recibiéndola a su lado. Esta vez el hombre no estaba solo había dos personas con él.

A ambos los reconoció, uno era Graves el tipo del restaurante cuando y el otro, era Twisted Fate, tuvo que respirar profundamente, y apretar la toalla con todas sus fuerzas. El deseo de saltarle encima a Twisted Fate para matarlo era tan grande que tuvo que buscar una manera de relajarse antes de tirar todo a la basura.

-Así que, Rogue...- dijo Graves con una sonrisa, no hablaba modulando mucho para que el puro que tenía en la boca no se le cayera.- Hemos visto todas tus peleas, realmente sabes montar un espectáculo.

Dicen por Ahí... [Rumores parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora