Dicen por Ahí... [Rumores parte 2]

Capítulo 20: Apego Emocional

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Ahora volvamos a nuestra programación habitual.

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Riven había vuelto a pelear solo dos semanas después de su debut esta vez en un torneo a beneficencia, Evelynn no estuvo muy complacida con las reglas de esta competencia debido a que debían usar protectores. Sin embargo, el verla pelear, golpear y escuchar que sus oponentes se rendían debajo de su fuerza, la excitaba de todas maneras. Finalmente Riven se había consagrado ganadora de la competencia y en ese momento estaba en una habitación de hotel recibiendo su premio a manos de su patrocinadora.

-Eso es, cariño... come tu premio... ah... ah...- jadeó entrelazando sus dedos con los cabellos de la chica al sentir como la lengua de la peliblanca degustaba su sexo. Sintió como esta ingresaba en su cuerpo.- ¡Ah...! Ka... Kali... sí... ahí...

Riven acomodó más las caderas de su amante para tener más acceso a su sexo y poder ingresar más en ella. Trataba de ignorar el hecho de que siempre la llamaba por le nombre de alguien más. Cuando sintió que su boca no era suficiente para satisfacerla, dejó su labor y llevó dos de sus dedos para ingresar en ella y mientras estos tanteaban la húmeda entrada, comenzó a dejar besos hambrientos por el cuerpo de de su patrocinadora quien parecía estar muy contenta con las atenciones en su cuerpo.

Evelynn tiró su cabeza hacia atrás al sentir los besos en su cuerpo, se sentía tan bien. Abrió los ojos y miró al techo de la habitación mientras jadeaba.- Kali... Kali...- mientras llamaba a la ninja casi como si fuera una suplica sus ojos se llenaron de lágrimas. Quería escucharla. Quería volver a sentirla de verdad. Riven no era ella lo sabía pero le calmaba lo suficiente para continuar siendo una persona funcional en la vida diaria.

-Eve...- la luchadora había llegado su cuello el cual había besado, sin percatarse del agua salada que recorría el rostro de la diva.

-Kali...- respondió al momento de sentir la respiración debajo de su quijada a punto de llegar a sus labios.

Riven subió, pero antes de besarla notó las lágrimas. Se acomodó de tal manera que Evelynn la veía a ella acarició suavemente el rostro de esta secando las lágrimas en sus ojos.- ¿Por qué lloras...? ¿te estoy lastimando...?- indagó bajando la intensidad de sus caricias en el interior de la sirena.

Esta solo negó con la cabeza e intentó ocultar sus ojos para que no la viera.- Cállate y continua...- le ordenó más por orgullo que por enojo. Lo ultimo que quería era compasión.

La luchadora sonrió sutilmente al escucharla, la obligó a mirarla tomándola de su barbilla y la besó obligándole a abrir la boca para ingresar su lengua en su cavidad. Cuando terminó. se acercó a su oído.- No se quien es esa Kali, sin embargo... no deberías dejar que alguien te lastime así...- Evelynn iba a reprochar pero no pudo hacer nada al momento que los dedos que se encontraban en su interior se movieron mucho mas rápido y frenéticos obligándola a aferrarse a la espalda de ella.- Yo estoy aquí... y mi nombre es Riven, no dejaré que te lastimen... Evelynn... yo soy Riven...- por algún motivo el verla llorar le hizo sentir enojo. No sentía celos de la que parecía ser la pareja de la mujer que la obligaba a follar. Pero no le hizo gracia en lo más mínimo que la diva llorara pensando en alguien más.

La sirena jadeó y gimió en el oído de la mujer que le estaba dando placer, por un instante su mente quedó en blanco sintiendo solo las atenciones que pronto la estaban llevando al orgasmo. La abrazó fuertemente y clavó sus uñas al sentir como su cuerpo había respondido gratamente ante los movimientos rítmicos de la luchadora.