Dicen por Ahí... [Rumores parte 2]

Capítulo 3:Una katana sin funda

Akali se levantó de la cama con dolor de cabeza, estaba mareada y por primera vez en su vida tenía resaca.

-¿Por qué me dejé convencer de algo así...?- se preguntaba tratando de acostumbrarse a la luz del día que entraba por la ventana de su habitación de hotel que parecía clavarse en su cabeza como una pica. 

Se levantó pesadamente de la cama y empezó a hacer lagartijas, después de las primeras cien tuvo que acostarse en el suelo, su cabeza daba más vueltas que antes y sentía náuseas.

Luego de encontrarse con Ekko, este la llevó a una competencia de rap como para no perder la costumbre y de ahí fueron a visitar a Overlord y a los chicos que siempre se encontraban en el estudio. Terminaron celebrando la vuelta de Akali primero con pizzas y cerveza pero en algún momento la fiesta se había desvirtuado y habían traído Jack Daniels y otras bebidas como Tequila y agua ardiente, más allá de que nunca había bebido bebidas blancas.  Todo se había salido un poco de control cuando los chicos trajeron algunas de sus novias y amigas a la reunión las cuales le servían a todos y los alentaban a seguir bebiendo. 

Akali tuvo que guardar sus distancias ya que muchas de las chicas que, probablemente debido a que era una mujer, se tomaban la atribución de sentarse en su regazo o abrazarla por la espalda mientras seguían sirviéndole bebidas y le celebraban cuando terminaba un shot de tequila o agua ardiente o bebía, en fondo blanco, un vaso de bourbon.

Nunca le había gustado el alcohol y no pensaba hacerlo una costumbre, recordaba que lo único más fuerte que había bebido antes de esa noche, había sido champagne compartido en los labios de la diva. Ni siquiera había bebido vino, a pesar que Evelynn y Ahri eran asiduas a servirse una copa al finalizar la cena.

-Hum...- La mente de Akali le recordó el sabor del champagne mezclado con el sabor de los labios de la diva.- tan dulce...

La ninja comenzó a acariciarse los labios recordando el sabor de los labios de la diva mezclados con el alcohol para luego pasar a recordar solo el sabor de su boca, el aliento cálido contra la suya y finalmente su piel se sensibilizó al recordar el rose de las manos en su cuerpo. No era lo mismo pero sus manos habían comenzado a acariciar su cuerpo en los mismos lugares que esta solía acariciar. A medida que su piel reaccionaba, se acarició con las uñas recibiendo escalofríos y recordando las uñas de la mayor.

-Eve...- jadeó al escuchar, silenciosamente, en su oído los susurros de la sirena. Su voz siempre se quedaba clavada en su mente.- aaah...

Su mano estaba dentro del short que usaba para dormir tocándola, de solo recordarla se había mojado. Sentía una ganas enormes de estar con ella en esos momentos. No habían pasado ni cuatro días que ya la extrañaba así.- aaahhh... no me al... canzah...- se terminó por deshacer de su ropa inferior para poder tocarse mejor. Estaba hirviendo y cerró los ojos imaginando que su mano en realidad era la de Evelynn.

-Aaah... Eve... Eve.... ingh... hum...- jadeaba al sentir que su orgasmo estaba por venir, sin embargo se detuvo antes de llegar. Comenzó a acariciarse, esta vez jugueteando con sus pezones, como solía hacerlo la diva cuando la torturaba queriendo que le rogara.

-Ah... ah... Eve... por favor... ah... quiero...- se miraba así misma imaginando las manos de la mayor sobre su cuerpo pero no en donde realmente deseaba las atenciones. Movía sus caderas y acariciaba sus piernas de afuera hacia adentro.- por favor, Eve... dame... déjame acabar...- jadeó. Su imaginación le hizo recordar la voz burlona de la diva, jactándose de lo mucho que ella le pertenecía, de lo mucho que ese cuerpo reaccionaba solo a sus caricias.

-Toda tuya, Eveh... por favor... hazme acabar...- imploró para la Evelynn que se encontraba en su mente.

Esta parecía volver a burlarse y la continuó acariciando unos minutos más, se arrodilló en el suelo y se dejó caer hacia adelante mientras que sus dedos, finalmente, entraron en ella para saciarla.