Dicen por Ahí... [Rumores parte 2]

Capítulo 38: The Baddest

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Ahora volvamos a nuestra programación habitual.

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Akali se había despertado al día siguiente antes que Alice con un terrible dolor de cabeza. Se sentía atrapada en una situación sin salida. 

Movió su cabeza de izquierda a derecha negándose a caer en la desesperación. Se cambió y salió a hacer su entrenamiento matutino. Sin notarlo, mientras corría, llegó a la puerta del departamento de Evelynn.

-De todos los lugares... yo...- Akali se había detenido en la puerta y se había quedado dando vueltas, sabía que no debía pero el impulso fue más fuerte de lo que pudo soportar, para cuando se dio cuenta, estaba tocando el timbre del apartamento de la diva, pero nadie le contestaba, tocó varias veces pero otra vez nadie atendía.

Cuando se había resignado, después de todo la diva solía no atender nunca la puerta y se estaba retirando vio a Evelynn descender de uno de sus autos importados, acomodándose los lentes, claramente, esa noche, la diva no había dormido en su casa.

La idea de que hubiera estado con alguien más a la noche siguiente de haber estado con ella, le carcomió la poca gordura o culpa que podía tener. Tanto así como para salir a confrontarla.

-¿Donde estuviste?- le interrogó sin saludarla y con una clara expresión de enojo.

Evelynn la miró y sonrió sutilmente.- en ninguna parte...

-Metirosa...- se acercó a ella en dos sancadas ya tomó de la chaqueta que estaba usando solo para destaparla y ver las marcas nuevas en el cuello que acompañaban las que le había hecho la noche anterior.- Perra...

Evelynn se volvió a acomodar los lentes y de un ataque rápido se soltó del agarre de la menor.- ¿Tienes algo que objetar? Tengo mis necesidades, cariño... no... Umph...

Akali no pudo soportar oír el tono burlón que usó y menos la idea de pensar que alguien había marcado el cuerpo de la mayor. Su cuerpo, de su propiedad, alguien había osado profanarlo, alguien había osado tocarlo... alguien había... querido borrarla. 

Cuando cortó el beso, antes de que Evelynn pudiera decir nada, la arrastró de la muñeca hacia la entrada del departamento.- Abrela.- le ordenó.

Evelynn la miró y sonrió.- ¿Qué sucede, cariño?

-¡Qué abras la maldita puerta!- le gritó apoyando su mano con fuerza contra el vidrio de la entra entrada.

La diva obedeció, solo para luego de hacerlo, ser arrastrada por la menor hacia el ascensor y luego a su casa donde la acción de obligarla a abrir la puerta se repitió. 

Una vez adentro, Akali la arrastró al sofá y la tiró. El olor que tenía la diva en su cuerpo y en su aliento solo indicaban que había estado en un club nocturno. Un lugar que le traía vagos recuerdos de una mujer salvaje que creía que podía tener lo que quería, incluso a ella. 

-¿Con quién estuviste?- indagó de mala manera atrapándola en el sofá.

La sirena no borraba su sonrisa sutil.- ¿Por qué te importa, cariño...?- sonrió de costado y la miró.- alguien... quien sabe con quien...

-Evelyyynn...- Akali dijo entre dientes como un gruñido sin poder soportarlo, sostuvo sus manos con una sola y con la otra empezó a acariciar el cuerpo de la diva. De solo pensar a otro en su cuerpo la volvía loca, no podía controlar ese impulso animal que la invadía.