[15] El aprendizaje de lo nuevo es complicado

133 22 0
                                    

❝ 𝑵𝒐 𝒂𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒈𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒆𝒔𝒄𝒖𝒆𝒍𝒂, 𝒔𝒊𝒏𝒐 𝒈𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂. ❞

Lucio Anneo Séneca

✦────────────────────── ✦

Dicen que el primer día de clase puede ser un momento único, diferente, sobre todo si eso incluye varios factores a tener en cuenta: Voy a ser el chico nuevo. El distinto. Posiblemente el único huérfano y extranjero poco atractivo en una clase llena de gente guapa. Todo esto es por culpa del orfanato, supongo. El simple hecho de vivir año tras año rodeado de gente apiñada y llamativa, ha hecho que parte de mis opiniones hacia mi mismo sean bastante negativas. Soy consciente de que muchos niños no ven con buenos ojos que alguien esté solo, pero si eso le sumamos a que no son atractivo... entonces mi miedo es mayor. A nadie le gusta la gente fea, por eso tienden a ofrecer una lástima temporal.

Aunque sé que Briana me ayudará a intentar encajar, soy consciente de que las cosas no serán realmente buenas para mí. Lo sé.

Tras finalizar ese absurdo teatro con un final perfecto para pedirle disculpas a mara, ya ha pasado semana y media. Tuve que pasar todo ese tiempo a solas porque Briana se fue con su familia de acampada para celebrar algo que había conseguido uno de sus hermanos; algo importa, lo suficiente para que ella no pudiera saltarse el evento.

Me sentí muy solo.

Pese a esto, Hellfang me acompañó durante los entrenamientos y mis momentos libres cuando necesitaba desaparecer del ojo público, incluyendo transformarnos para que él pudiera correr en forma de lobo. Él también merece tiempo de libertad. Sin embargo, siento que hay que le preocupa, pero por alguna razón no lo hace; su frustración, a cerca de lo que sea su duda, lo termina delatando entre comentarios sueltos y opiniones bastante agresivas.

Igualmente no pregunto. 

Tras una larga charla animada con Emma, soñar despierto sobre el tema de la escuela y saber que daría mis primeros pasos como un niño normal, la rubia me dijo que Eliana me esperaba en mi habitación con una sorpresa. Imaginé hablaba de crearme una librería en mi habitación, o una estantería de madera con relieves naturales, el anuncio de que nosotros también nos iríamos de acampada para animarme en mi primer día de escuela, algún pequeño pastel para celebrarlo... pero no es eso lo que descubro cuando ingreso a mi cuarto, donde Eliana aguarda al lado de la cama.

—Estos van a ser tus uniformes de ahora en adelante, por lo tanto tendrás que cuidarlos mucho y no estropearlos hasta volverlos inservibles —me informa Eliana con un gesto neutro en la cara.

Mi gozo en un pozo. 

La idea incluso de que me regalara una mochila con colores vivos —y así intercambiarla por la roída que traje del orfanato— también pasó por mi mente mientras subía por las escaleras. 

Tengo delante de mis narices tres conjuntos —encima de la colcha— y me parecen las prendas más horribles del mundo mundial. No tengo palabras exactas para exponer mi desaprobación, y estoy seguro que mentirle a Eliana sobre ello podría salirme caro. Ella misma me ha dicho que está bien mentir un poco, pero no constantemente ya que podrían pillarme y eso es peor.

El primero de ellos lo catalogo como un «amanecer triste», formado por una terrible camiseta amarillo oscuro llena de ondulaciones y un pantalón pesquero color limón. Los tonos me resultaron tan mal escogidos como su tela, a lo que recordé el momento en el que Eliana sonrió de manera extraña cuando los eligió en el mercado.

𝓗𝚎𝚕𝚕𝚏𝚊𝚗𝚐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora