𝓗𝚎𝚕𝚕𝚏𝚊𝚗𝚐

[25.1] 𝚂𝚘𝚢 𝚊𝚕𝚐𝚘 𝚖á𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚞𝚗𝚊 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊 [𝙱𝚛𝚒𝚊𝚗𝚊]

❝ 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒔 𝒅𝒊𝒄𝒆𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔 𝒓𝒂𝒓𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒎í 𝒎𝒆 𝒓𝒆𝒔𝒖𝒍𝒕𝒂 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒆𝒔𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒚 𝒎𝒖𝒚 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒕𝒆𝒅𝒐𝒓 ❞

—Briana

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[𝙱𝚛𝚒𝚊𝚗𝚊]  

[𝙷𝚘𝚛𝚊𝚜 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚒𝚗𝚌𝚎𝚗𝚍𝚒𝚘]

—Sólo a ti se te ha ocurrido tremenda venganza, y porque yo te la hice cuando me agujereaste el balón. —Se desternilla mi hermano mayor, Kaius, mientras me da golpecitos en el dedo. Es el único que ha escuchado la pelea con mi padre y, como si fuera una anciana, ha ido a contárselo a los demás cuando volvieron a casa—. El problema es tu novio, que es tan tonto que apretó demasiado las tuercas al hijo de los Claw. ¿Acaso no le advertiste qué esa familia es reconocida por tener muy mal humor y ser violenta cuando están enfadados?

—Emmet es un idiota que le gusta joder a los demás, pero no cuando se las devuelven. Además, su broma fue muy desagradable —le respondo muy molesta por este tema—. ¡Y... Y no es mi novio, estúpido! Es mi amigo —farfullo esto último.

—Tu primer amigo masculino —puntualiza mi hermano, cruzándose de brazos sin borrar esa estúpida sonrisita burlona—. El primero que no te ha levantado la falda, el que no te ha llamado zanahoria, el que no te ha tocado el culo... Deberías de conservarlo, existen pocos chicos como él con esos valores. O al menos evita que lo maten a palos; quizás en el futuro llegue a ser muy importante y te enseñe valiosas lecciones.

—Conri debe aprender a valerse por sí solo, porque yo no seré su sombra eterna.

Mi hermano niega con la cabeza y se termina sentando en mi silla. Pese a ser el mayor de los cuatro, a duras penas somos de la misma altura; pero no hay que dejarse engañar, es el más cabrón de todos. Aún tengo las cicatrices cuando me engañó diciéndome con seis años que si me pinchaban las agujas de un cactus se me iría el resfriado. Mentiroso, burlón y tramposo. 

—Pero te preocupas por él, Bri. Una chica no se molestaría en montar toda esta venganza, así que deja de ser tan terca y admíteme que te gusta ese crío. —Kaius frunce el ceño y yo lo imito, respondiéndole con un gruñido—. No está mal que te guste un chico, ¿sabes? Ya estás en la edad de echarte novio; con un poco de suerte se te suavizará ese carácter tan salvaje que has imitado de nosotros.

Estoy harta de que me traten como un niña boba y débil. 

Siempre me dicen que las chicas tienen que vestir femeninas, las chicas tienen que ser sonrientes y parecer siempre felices, las chicas tiene que tener un carácter amable y dulce, las chicas no deben de pegarle puñetazos a sus hermanos, las chicas tienen que tener un buen léxico... ¡¿A quién coño le importa todas esa mierda sexista?! Soy algo más que una chica. Soy rápida, puedo escalar rápido a los árboles y atrapar una ardilla adormecida antes de que se dé cuenta, soy capaz de nadar muy rápido y bucear hasta el fondo del lago, no me importa mancharme; y por supuesto sé dar buenos puñetazos. 

Soy una loba, una guerrera, no una muñeca idiota que espera pacientemente en un estante acristalado para que "su hombre" la salve y la proteja. 

—No soy como las demás chicas, así que vete al cuerno y sal de mi habitación —arrojo irritada, amenazándole con uno de los cojines de mi cama. Su respuesta es carcajearse y termino lanzándoselo—. ¡Lárgate, imbécil!