Dama de Compañía

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Las tres señoritas Chu estaban de pie frente al Ministro.

-Su Majestad la Emperatriz las ha llamado a las tres a que pasen tiempo con ella, creo que está de más recordarles que deben ser perfectas, tener cuidado, con lo que dicen y lo que hacen- dijo el Ministro dirigiendo su mirada principalmente a Lian.

- Por supuesto papi, la Emperatriz nunca se ha molestado conmigo- dijo Mei con voz infantil.

- Haré lo mejor- aseguró Xian.

- Me portaré bien tío- dijo Lian poniendo una mano en su pecho en seña de juramento.

- Lian- el Ministro miró a la chica con reproche.

- No hablaré a menos que me pregunten algo- aseguró Lian, el Ministro sonrió.

Las tres chicas salieron del salón, Mei ni siquiera las miró, tan solo se fue en silencio hacia su habitación, dejando a Lian y Xian.

- ¿Para qué crees que nos llame la Emperatriz?- preguntó Xian, Lian tan solo se encogió de hombros.

- No tengo ni idea, ¿y tú?- admitió Lian, Xian quedó pensativa, abrió la boca para dar su conjetura pero fue interrumpida.

- Lian- Xen se acercó a las chicas, Xian alzó las cejas curiosa.

- General Liu- saludó Xian.

- ¿Qué ocurre?, ¿para qué las llamó el Ministro?- preguntó Xen con preocupación, Xian no cabía en su sorpresa, miró incrédula a Lian.

- El General del Chisme lo llaman- se burló Lian, Xian casi se atragantaba con su propia saliva.

- ¿En qué problema te metiste?, recuerda que le dijiste a tu hermano que no te meterías en más problemas- reprochó Xen.

- ¿Ahora es portavoz de mi hermano?- siguió Lian, Xian se mantuvo callada, como espectadora, Mei se moriría de rabia si viera a su primo tan amigo de Lian, era una imagen divertida.

- ¡Chu Lian!- llamó Xen severo.

- ¡Liu Xen!- respondió la chica en el mismo tono, las orejas de Xen se tornaron rojas, era la primera vez que Lian lo llamaba por su nombre.

- Tsk, no me digas si no quieres, no me importa- dijo el General esperando poder huir de ahí antes de que notaran sus sonrojadas mejillas y orejas, Lian sonrió divertida.

- Ya, ya, es por la Emperatriz, pidió que las tres pasaramos un almuerzo con ella- comentó Lian, Xen las miró conflictuado.

- ¿Un almuerzo, con la Emperatriz?, ¿porqué?- preguntó el General.

- No lo sabemos, estaba por decirle a Lian que tal vez la Emperatriz busca una nueva dama de compañía- comentó Xian.

- ¿Para qué querría una nueva dama?- preguntó Lian.

- Tal vez para asegurar una vida pacífica para la Princesa- reflexionó Xen, Lian miró a Xian y Xen con confusión.

- ¿Cómo?- preguntó Lian, Xian se giró para explicarle, pero Xen la interrumpió.

- Lo único que debes saber es que no debes llamar la atención, ni tampoco arruinarlo, solo pasa desapercibida, sino te meterás en serios problemas- sugirió Xen, Lian sabía que según la lógica de Xen, entre menos supiera mejor, pero igual Xian le explicaría una vez solas.

Lian se acercó al General con una sonrisa boba y lo tomó de la manga.

- Pero si me meto en problemas, ¿acaso el General no me va a salvar?, el grande y fuerte General Liu- dijo Lian en tono juguetón.

- No, dejaré que la Emperatriz te castigue, tal vez así aprendes- concluyó Xen golpeando con la punta de su dedo la frente de Lian, escondiendo su sonrisa, Xen se fue dejando a las chicas de nuevo solas.

- Mei odiaría eso- aseguró Xian.

- Mei no se debe enterar- dijo Lian con una sonrisa traviesa.

- El General Liu parece preocuparse por tí desde que llegó- indicó Xian mientras caminaban hacia la habitación de Lian.

- El General tiene un instinto de protección muy fuerte, me temo que ha decidido adoptarnos a Wong y a mí como sus nuevos hermanos menores- dijo Lian.

- ¿Wong?- cuestionó Xian.

- El General ha pasado varias tardes jugando con Wong al Go, a veces me uno a ellos, pero no soy tan buena- confesó Lian.

- Con que es con ustedes con quien se esconde cuando Mei y la Señora Chu lo buscan- comentó Xian.

- No le digas a nadie, a final de cuentas es un escape- dijo Lian divertida, Xian rió también.

- Parece que el General no es tan aterrador como creía- dijo Xian aliviada, Lian meditó un momento lo que respondería.

- El General Liu es... una buena persona rodeada de malas situaciones, si pasar tiempo con Wong y conmigo le da un poco de paz, entonces bienvenido es- dijo Lian con sinceridad con la imagen de la tranquila sonrisa de Xen en la mente mientras hablaba.

Xian observaba como Lian dejaba su imagen infantil mientras hablaba.

- Entonces deberías escuchar su consejo, sea lo que sea lo que quiera la Emperatriz no debe elegirte a tí- recordó Xian.

- ¿Qué le pasará a quien elija la Emperatriz?- preguntó Lian, ahora sí, nadie les interrumpiría.

- Si mi conjetura es correcta y la Emperatriz quiere una nueva dama de nuestra familia lo más seguro es que en su momento la llamaría Princesa...- comenzó Xian, su gesto parecia serio y preocuapdo, Lian le dejó continuar. -... aunque sea sólo princesa de título puede ser candidata para un matrimonio de conveniencia, los Mongoles están cada vez más cerca de las fronteras, si el Emperador quiere mantener la paz, puede hacerlo con un matrimonio, seguramente la Emperatriz no sacrificaría a su hija- explicó Xian.

- ¿El tío estaría de acuerdo en que la Emperatriz nos use así?- preguntó Lian indignada.

- Si el Emperador anuncia un Edicto Real, Padre no podrá hacer nada... ni tampoco el General Liu- aseguró Xian.

- ¿Ni los Príncipes?- preguntó Lian, Xian sonrió recordando a Tao y a su vez recordando que Lian tenía también su contacto Real.

- Ni los Príncipes- concluyó Xian.

Ambas llegaron a la habitación y quedaron inmersas en sus pensamientos mientras Qing'er servía el té.

Lian recordó parte de la trama, Los Mongoles, el arco de la guerra era importante, en ese arco, la guerra era detonada por la muerte del Rey Mongol a manos de Xen bajo las órdenes de Zhao, Tao resolvía el conflicto construyendo una amistad con el hijo del Rey Mongol, al final, los Mongoles ayudarían a Tao a derrocar a Zhao después de que Zhao asesinara a su padre y tomara el trono.

Tantos conflictos, si Lian lograba influir en Zhao y Xen tal vez, nada de eso ocurriría, si hacía las cosas bien salvaría no solo una o dos vidas sino cientos.

La Villana del Loto DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora