La Villana del Loto Dorado

El renacer de la Villana

Mis minutos estaban contados, recuerdo el dolor agudo y la tibia sangre a mi alrededor, mamá y papá estaban ahí, inconscientes, de cabeza, los vidrios y el metal chamuscado eran mal indicio, ¿por que nos pasaba esto a nosotros?, eramos una familia normal, habíamos ido a cenar juntos, ¿en qué momento ocurrió el accidente?

No supe mucho después, vi las luces de los paramédicos acercandose, las voces eran distantes, pude escuchar como decían que mis padres ya no vivían y el gesto de los rescatistas me indicaban que yo tampoco estaba bien, dejé ir mi último aliento y pedí otra oportunidad, una oportunidad para demostrar que merecía vivir, tenía 16 años en ese entonces.

Cuando abrí los ojos estaba en un adorable cuartito de madera, como una cabaña asiática, recuerdo haber visto muchos de esos interiores en algunas series asiáticas que veía, simples pero elegantes, y esas estupidas almohadas cuadradas mi cabeza estaba tan levantada que casi estaba sentada, pero ¿porque estaba en una de esas casitas con esas almohadas?, ¿dónde estaba mamá y papá?, ¿era ese el hospital?, me levante confundida de la curiosa cama, de inmediato una jovencita se acercó a mi con cara preocupada.

- Señorita Lian, señorita Lian, no se levante- dijo la chica, su rostro me resultaba conocido, mas no sabía de dónde, y ¿quién era Lian?, ignoré a la chica y caminé por la habitación, la jovencita me seguía chillando el nombre de la tal Lian.

No le hice caso hasta que logré encontrar una salida, me detuve sorprendida al ver el exterior, era un hermoso jardín chino, nunca había visto uno fuera de la televisión, era aún más bonito que las puestas de escena, no pude evitar salir de la habitación y caminar por el jardín, las flores eran bellísimas y el aire olía a agua y hierbas.

Mientras paseaba otra voz sonó cerca de mí.

- ¿Lian?, ¡Lian!, ¿qué haces afuera?- una voz dulce se acercó a mí, no le había prestado atención hasta que alguien me tomó del brazo.

Alarmada miré a la persona que me hablaba, otra vez, llamandome "Lian", recuerdo como sentí un vuelco en el estómago cuando vi una cara conocida.

Era una joven de mi edad, largo cabello negro y expresión osada, pero era inolvidable, Chu Xian era su nombre, pero era imposible pprque Chu Xian era un personaje de ficción en una novela china que vi, era imposible que Chu Xian estuviera ahí, entonces me asomé al estanque, porque el nombre Lian ahor tenía sentido con Chu Xian a mi lado, me aferre al barandal cuando vi mi rostro reflejado, ya no era yo, era un rostro pequeño y redondo, sumamente bello de redondos ojos rasgados y largo cabello negro, ese rostro no era mio, era de Chu Lian, otro personaje de la novela.

De la impresión sujeté tan fuerte el barandal que una astilla se encajó en mi mano, el dolor fue agudo y la sangre brotó tan real, que eso sólo me confirmaba que eso era real y yo era Chu Lian.

La novela seguía a Chu Xian la hija ilegítima de un Ministro de la Antigua China que volvía a casa después de que su madre moría y su padre la reconocía, Chu Xian tenía que pasar por muchas situaciones que varias veces pusieron su vida en riesgo, tuvo muchos enemigos por ser como cualquier protagonista, hermosa e inteligente, una de ellas era su prima Chu Lian que estaba enamorada del villano principal, el Príncipe Li Zhao y le declaró la guerra a Chu Xian cuando supo que Li Zhao amaba a Xian y no a ella, Chu Lian trató varias veces asesinar a Xian pero en el último intento en el que casi lo logra y deja a Xian mal herida se le cae una orquilla con un loto dorado que sirve de prueba para inculparla, su amado Li Zhao es quien termina con su vida al creer que si interrogaban a Lian ella confesaría todos los crímenes que el Príncipe había llevado a cabo.

Un final triste para una villana triste, siempre sentí pena por ella, todo lo hizo por amor a un sujeto que solo la usó, en la comunidad de fans la llamaban la Villana del Loto Dorado y mientras unos decían que merecí morir, muchos la defendíamos, siempre pensé que merecía algo mejor. Pedí una oportunidad de vivir, nunca pensé que mi oportunidad sería también salvar a Chu Lian de su destino.