Colateral

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El Emperador miraba con preocupación a los Ministros, ¿cómo les explicaría lo ocurrido?, su mirada se posó también sobre sus hijos.

¿Cómo salvaría a sus hijos de la ira de los Mongoles?, Tao y Zhao eran fuertes más no unidos, temía que su falta de hermandad los pusiera en riesgo, a ellos mismos y a su pequeña hermana, Feng, una niña tan inocente que no podía imaginarla sobreviviendo un ataque de Tolui, ¿cómo la castigaría?, la usaría como concubina, la exiliaría, la asesinaría también?, sus temores como padre sobrepasaban sus temores de Emperador.

- Una tragedia ha ocurrido- expresó el Emperador, los Ministros se miraron entre sí, aquellos que ya sabían la noticia tan solo esperaban escuchar las terribles palabras.

El Emperador suspiró.

- El Khan ha muerto, bajo sospechosas circunstancias que pueden afectarnos a todos como Nación, se ha abierto una investigación, sin embargo, una guerra parece ser algo inevitable- expresó el Emperador.

Tao miró a Zhao con el rabillo del ojo, podía denotar reflexión, preocupación, podía sentir como su hermano pensaba más de lo usual, tanto que ni siquiera le devolvió la mirada, eso a Tao le preocupaba más y aportaba en sus sospechas contra él.

"Si Zhao es culpable, no puedo tentarme el corazón" se convenció Tao, con la imagen de Feng, Mei e incluso Lian en mente.

El Emperador Tianlong solicitó sugerencias para apaciguar la ira mongol, una sugerencia paralizó a la familia Imperial tanto que incluso Zhao salió de sus pensamientos.

- Un matrimonio entre el nuevo Khan y una hija Imperial puede asegurar un lazo sanguíneo- se escuchó de boca de un ministro.

El resto de ministros abrieron los ojos como platos, claramente la referencia era hacia Feng y no era un secreto el amor devoto del Emperador hacia su única hija.

- ¡Ridículo!- expresó Tianlong sin saber que más concluir, sabía que era la mejor opción mas no lo aceptaba, se puso de pie y se marchó presuroso, con eso se dio por terminada la reunión.

De manera fugaz Zhao ubicó con la mirada al joven Chang Yu quien se encogió al comprender que no pasaría mucho para que el Príncipe lo llamara, el chico solo asintió, él había alertado a Zhao, ahora debía responder a su llamado.

Todos salieron del salón, murmurando, sacando sus propias conclusiones sobre los responsables y las acciones a realizar, el Ministro Chu se acercó a Lian y Mei listo para marcharse.

- Padre- llamó Mei, el Ministro sabía lo que Mei preguntaba con una sola palabra, él tan solo negó con la cabeza, "la situación está en su peor escenario", Mei y Lian lo entendieron.

Justo antes de marcharse, los Príncipes salieron a su encuentro.

- Chu Lian- llamó Zhao ante la mirada interrogativa del Ministro, Mei y Tao.

El Príncipe parecía decidido, incluso con cierta urgencia en su voz, no muy propio de él.

Lian hizo una reverencia con el porte mas neutro que pudo pero sujetando los amuletos de jade que escondía en su manga.

- Necesito hablar contigo, a solas- exigió Zhao, el Ministro lo miró con escándalo en los ojos.

- Su Alteza- lo llamó el ministro.

- Solo serán unos minutos, yo mismo la escoltaré de regreso.- sentenció Zhao, el Ministro no pudo negarse, el tono de urgencia de Zhao, alertó a Tao, ¿porqué Lian?, el temor de que Lian estuviera involucrada comenzó a corroerle el corazón.

Lian no tuvo más remedio que seguir al Príncipe, aprovecharía el camino para preparar su propio discurso mientras caminaba y veía la silueta del Segundo Príncipe.

La Villana del Loto DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora