Mal presentimiento

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Zhao aprovechó la ausencia de su familia para vestir sus mejores ropas y lucir como un verdadero Emperador frente los súbditos, las apariencias eran un punto a favor al momento de tomar el trono.

Se miró al espejo, altivo, poderoso, su plan era perfecto, sacar a Tao de la jugada y obligar a Padre Imperial a cederle el trono, mas no podía evitar sentir que algo estaba mal, algo no cuadraba y su corazón se aceleraba al pensar en ello, ¿por qué no estaba tranquilo?, ¿Qué fallaba en el plan?, la mirada de Lian llegó a su mente, ¿por qué?, si su plan salía como esperaba, ella sería la primera beneficiada, lo que ella quisiera él se lo daría, no habría nada en el mundo que Lian no pudiera tener con él como Emperador... y ella como Emperatriz, al diablo con la convenencia de Xian, Lian podía ser su Emperatriz y nada más importaría.

Zhao estaba convencido de todos los beneficios de tomar el trono pero la sensación de que algo estaba mal no desaparecía.

- Su Alteza, los Ministros lo esperan- Eunuco Ru lo sacó de sus pensamientos.

- Claro- dijo Zhao torpemente.

Se encaminaron hacia el salón principal donde tal y como Zhao lo predijo, los Ministros murmuraban con asombro y orgullo lo bien que le quedaba al Segundo Príncipe el papel de Monarca.

- ¿Qué es lo que tenemos en la lista?- comenzó Zhao.

- Algunos pueblos del sur sufren secuelas por la reciente sequía, nos informan acerca de escaces de comida y crecientes enfermedades- informó un ministro, Zhao asintió.

- Verifiquen las reservas de comida, envíen porciones para los siguientes dos meses, también envíen un doctor para cada pueblo, cada semana deben enviar reportes sobre el avance de las enfermedades y determinen si es contagiosa, si lo es, cerraremos fronteras para evitar el esparcimiento.- determinó Zhao, los ministros sonreían y asentían admirados por la pronta solución del joven, pero ni siquiera esa evidente aprobación y apoyo le satisfacían al Príncipe, el rostro de Lian y la sensación de error y peligro inminente le invadían.

- Su Alteza, nos han reportado que algunos funcionarios públicos han aceptado sobornos aquí en la capital- reportó otro ministro.

- Encárguese de investigar los libros contables de los funcionarios en cuestión, denme avances en tres días, ¿algo más?- dijo Zhao, el funcionario asintió aceptando la tarea, el resto negó dando por terminada la reunión, todos se retiraron menos uno, un joven ministro recién aceptado, parecía nervioso.

El chico jugueteaba con sus mangas indeciso, parecía querer acercarse a Zhao pero sus pies no se movían, Eunuco Ru lo miró con sospecha, Zhao lo analizó con la mirada.

- ¿Qué haces aún aquí?- preguntó imponente, el chico sintió la presión y bajó la mirada.

- Tengo algo que reportar Su Alteza- tartamudeó el chico.

- ¿Y por qué no lo dijiste durante la reunión?- cuestionó Zhao acercándose, el chico levantó la mirada.

- Yo... no creí prudente exponerlo ante los demás- dijo el chico, Zhao se poso frente a él con su imponente presencia, el joven ministro se estremeció, nunca imaginó estar ante la presencia de tal ser.

- ¿Qué puede ser tan importante como para que no lo puedas decir?-

- Su Alteza, mi nombre es Chang Yu...- comenzó el chico.

- No te pregunté tu nombre- aclaró Zhao con fastidio, el chico continuó.

- Mi hermano es Chang Fu, sirve en el ejército imperial- comentó Chang Yu.

- Sé breve Chang Yu hermano de Chang Fu- sentenció Zhao.

- Hace dos días que mi hermano no va a casa, temiendo lo peor salí a investigar, por la tranquilidad de mi madre, sin embargo lo que descubrí me pareció urgente.-

- Chang Yu...- Insistió Zhao perdiendo la paciencia.

- No solo mi hermano desapareció, toda su tropa ha desaparecido, 60 soldados- declaró Yu, Zhao frunció la mirada.

- ¿Estás seguro de lo que dices?-

- Su Alteza, lo he comprobado, tengo testimonios de los allegados, todos coinciden en que desde hace ya dos días no saben nada de ellos.- dijo el chico sacando de su manga un pequeño diario con testimonios y huellas que confirmaban sus palabras, el chico ingenuo lo entregó a Zhao, el Príncipe aceptó el diario confirmando lo joven que era el ministro Chang, sin duda, ningún veterano le hubiera entregado tal información sin pedir nada a cambio o sin sospechar, por un momemto sintió lástima por Chang, si no cambiaba su ingenuidad, el chico terminaría muerto.

- ¿Quién está a cargo de esa tropa?- preguntó Zhao, un mal presentimiento lo invadía, si se habían ido ya dos días atrás, sin duda estaban fuera de la capital y probablemente a las afueras del país.

- Tengo entendido que el teniente es Kang Bo... y el General es Liu Xen- confesó Yu, Zhao sintió que la sangre le helaba.

- ¿Liu Xen?- preguntó Zhao en voz baja, el gesto de Chang Yu se ensombreció.

- Su Alteza, sé que el General Liu atiende sus órdenes directas, por eso creí que solo usted debía conocer esta información- dijo Yu, ahí estaba la trampa, la extorsión, esa información sospechosa lo incriminaría a él por cualquier acción de esos 60 soldados, a él y a Xen, Chang pediría algo por su silencio.

Zhao miró con ira al joven ministro, era nuevo, no tenía que darle ningún pago, si planeaba extorsionarlo lo único que obtendrá sería la muerte, Chang Yu pudo interpretar esa mirada, y su aspecto cambió por completo, parecía espantado, avergonzado.

- No... no es lo que cree, sé que a simple vista, esto puede incriminarlo en algo turbio, pero yo sé que no es así, creo que la clave está en el teniente Kang, es al único al que escucharían además del General Liu, no pido nada de usted, lo juro, solo quiero que esta situacion se resuelva para que mi hermano esté a salvo- explicó Yu, Zhao lo miró con sospecha, el chico no parecía mentir, aún así debía tener cuidado con él.

- Vuelve a casa, no menciones nada, me encargaré de investigar esto, si te necesito te mandaré llamar.- dijo Zhao entregando el diario a Eunuco Ru.

- Sí Su Alteza.- Yu hizo una reverencia dispuesto a irse.

- Ah, y Chang Yu...- Zhao lo detuvo, el chico se giró a verlo. -... Si alguien más se entera, asumiré que fue por ti- sentenció Zhao, Yu sintió su piel erizarse y tan solo asintió.

Tan pronto Yu se marchó, Zhao y Ru volvieron a su habitación, la primer sospecha alertó a Zhao, 60 soldados de Liu estaban desaparecidos, a estas alturas esos soldados podían facilmente estar en el campamento del Emperador y el Khan, si algo ocurría a manos de esos soldados, él sería inculpado... Lian, recordó Zhao y se estremeció.

- Ru...- llamó Zhao. -... manda un mensajero urgente al General Liu.-

La Villana del Loto DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora